Por Jaime Torres Gómez
A lo largo del primer semestre, las presentaciones de la temporada de Corpartes en el Teatro CA 660 han correspondido a visitas de agrupaciones internacionales, incluida la orquesta que acompañó a Plácido Domingo en enero…
Así, con máximo beneplácito, llega la única presentación confiada a la decana orquestal del país, la Sinfónica Nacional de Chile, a la temporada de abono de Corpartes, asimismo la segunda presentación, del ciclo de tres conciertos, de la Sinfónica Nacional Juvenil.
En reiteradas oportunidades se ha alabado la privilegiada acústica (la mejor de Santiago) del Teatro CA 660, propiedad de la Fundación Corpartes, y espacio donde se espera sea incrementada la presencia de agrupaciones locales en beneficio de sus desarrollos artísticos…
SINFÓNICA NACIONAL CON MEDIÁTICO PIANISTA:
No debe soslayarse que la Sinfónica Nacional fue la agrupación que inauguró el CA 660, asimismo posteriormente alcanzó a tener una importante cantidad de ciclos altamente alabados, con directores y solistas de renombre, situación revertida desde la temporada pasada, esperándose a futuro vuelva a tener el protagonismo que tuvo, máxime que para el 2019 se prevé la inutilización del Teatro de la Universidad de Chile en buena parte del año, debido a una estructural intervención del mismo.
Así, esta única presentación de la Sinfónica -fundamentalmente como soporte de acompañamiento al pianista franco-mexicano Simón Ghraichy– contempló un atractivo e inusual programa dirigido por el destacado maestro nacional José Luis Domínguez, después de cierta ausencia en las temporadas de la decana…
De norteamericana hegemonía, abrió el programa con una excelente versión de la Obertura de Candide, de Leonard Bernstein, con magníficos balances, transparencias y punzante rítmica, para luego abrir la segunda parte con otra magnífica versión de la no fácil de abordar Suite del ballet Billy the Kid, de Aaron Copland, de la cual no se tiene registro se haya hecho en Chile, recibiéndose con encomio. La Sinfónica, en magnífico estado, respondió con creces a las autorizadas indicaciones de la batuta en tempo, carácter y dinámica, siendo debidamente justipreciada por el entusiasta y numeroso público.
El resto del programa se centró fundamentalmente en la figura del debutante solista, por cierto de sui generis características… De interesante trayectoria, como el hecho de ser fichado por la Deutsche Gramophon, Simón Ghraichy, no obstante romper ciertos cánones de formalidad en función de una suerte de “acercamiento al público poco o nada entendido en música docta”…, a la postre demostró ser un pianista musicalmente efectivo y de calibrada técnica. Con un muy buen sentido del “color”, Ghraichy demostró eficacia en repertorio de brillantez tímbrica y en general en el mundo de la improvisación, pero inmaduro en repertorios de canónicos discursos.
Prueba de ello fue un errático desempeño en el Concierto de Grieg, con desprolijidades rítmicas y de fraseo, despareja proyección sonora (quizás debido a un desbalance con la orquesta), erróneo sentido del rubato, a ratos con notas falsas, amén de un discurso interpretativo, a la postre, inmaduro y efectista…
Muy superado se le vio en la cautivante Rapsody in Blue de Gershwing, injustificadamente poco programada en Chile… . Con idiomático enfoque, sin duda Ghraichy se le vio más afín con la obra, con acertado legato en las frases, calibrado espesor sonoro y certeros acentos. El acompañamiento de los sinfónicos, a un nivel internacionalmente competitivo, sin duda ante la cabal comprensión del maestro Domínguez tanto de la obra como de las intenciones del solista. Gran logro en el gran solo inicial del clarinete, como en general en los pasajes solísticos de todas las familias instrumentales y de conjunto.
SINFÓNICA NACIONAL JUVENIL CON CARISMÁTICO DIRECTOR
La Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, como agrupación de mayor visibilidad de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile, ha experimentado un importante incremento artístico, incorporando nuevos y desafiantes repertorios. Sin embargo, su nivel es naturalmente variable, al ser esencialmente una instancia formativa, y por lo tanto con una permanencia acotada de sus integrantes.
Con un programa altamente demandante, y después de una deslumbrante presentación previa en Corpartes dirigida por Maximiano Valdés junto al reputado violista Roberto Díaz (con Harodldo en Italia de Berlioz), llega ahora con un programa no menor que incluyó la Obertura Egmont de Beethoven y la Sinfonía N° 1 “Titán” de Mahler, esta vez dirigida por el ascendente maestro nacional Paolo Bortolameolli.
El desarrollo de la carrera de Bortolameolli ha concitado alto interés, esencialmente ante su privilegiada posición de Director Residente de la Filarmónica de Los Ángeles en Estados Unidos, labor que ha discurrido en un trabajo de altos estándares artísticos. En Chile, si bien ha dirigido buena parte de las orquestas del país, empero ha llamado la atención que últimamente no haya sido convocado dirigir a las principales orquestas de Santiago (especialmente la Sinfónica Nacional…) , no obstante ser huésped habitual de la Nacional Juvenil.
Con inusitado aplomo, Bortolameolli firmó interpretaciones de innegable consistencia en las obras abordadas, y con inobjetable claridad de discurso. Si bien en Egmont a ratos se diluyó un tanto el balance, sin embargo hubo una inteligente resolución de los contrastes temáticos, como cautivantes progresiones expresivas.
Y en la Titán, de la que se tenía un imborrable recuerdo hace dos años cuando la misma agrupación la hiciera junto a Juan Pablo Izquierdo, en esta oportunidad se aquilató un mayor ajuste grupal, amén de una versión globalmente coherente y de irrefrenable linealidad progresiva. Notable el resultado de la cuerda (especialmente los armónicos de los violines iniciales más la disciplina de las violas), asimismo un admirable balance de todas las familias instrumentales. Sin duda, ante el cautivante carisma de Bortolameolli, los resultados fueron de innegable elocuencia cualitativa.
En suma, dos presentaciones de nivel internacional de dos de las más emblemáticas orquestas locales, y en un espacio donde se espera incremente su disposición de albergar más a lo nacional.