LA OBSCENA CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA EN CHILE

Por Rafael Urriola
Edición Primera Piedra

Las poquísimas familias que poseen más de 100 millones de dólares de patrimonio en Chile (45 en 2014 y 119 en 2015)
aumentaron en términos absolutos sus haberes desde 36.245 millones de dólares a 52.183 millones de dólares en solo
un año como indica el informe publicado en El Mercurio de este sábado 5 de junio de 2016.

La diferencia es nada menos que 18 mil millones de dólares en favor de los más pudientes de entre los ricos de Chile.   Comparemos algunas cifras para hacernos la idea de lo que significa esta situación:

A) La reforma tributaria que pretendía ser la llave maestra del desarrollo de Chile para reducir las inequidades sólo apuntó a recolectar 4.000 mil lones de dólares y finalmente, tal como se cocinó en la casa del senador Zaldívar es probable que no logre ni
s iquiera 2.000 millones de dólares, en circunstancias que los más pudientes podían aportar mucho más sin siquiera lesionar el crecimiento de su patrimonio.

B) Este valor significa que 119 familias, es decir, una por cada 500.000 hogares en el país agrandó sus ingresos en este año 2015
– pese a la caída del PIB y de la inversión – en 150 millones de dólares cada una. Esto muestra, evidentemente, que la crisis no es de los que más ganan.

C) El salario mínimo mensual en Chile es actualmente $250.000 mensual.  Además, los trabajadores asalariados en Chile se estiman en alrededor de 5,6 millones Si se aumentase en $150.000 el salario mensual de todos las y los trabajadores chilenos
el “costo anual” sería de 14,7 mil millones de dólares: aún inferior a lo que lograron las familias más pudientes de Chile en este  año.

Todo lo anterior muestra que la distribución de los ingresos y la desigualdad que ello provoca continuará siendo tema fundamental en buena parte de los grandes debates del país. Lo que puede asombrar es más bien que las grandes fortunas tienen un buen puñado de acólitos que los defienden mediante pagos legítimos en algunos casos (o no tanto como en la compra de políticos) para continuar amasando tales fortunas.