Por Carlos Guajardo
Académica de la Facultad de Educación, UCEN
Ha sido permanente la insistencia del Ministerio de Educación porque se conlleve un retorno seguro a las clases presenciales, este con un carácter voluntario y manteniendo la modalidad virtual que hasta ahora vienen realizando gran parte de los colegios de nuestro país. Si bien, nadie podría negar la importancia para los estudiantes sobre el derecho constitucional de recibir una educación de calidad, tampoco podemos negar que el mundo entero aún se encuentra en un contexto de pandemia donde prima el miedo y la incertidumbre mientras no exista una vacuna contra el Covid19.
En estos días, hemos visto a través de los medios de comunicación y las redes sociales, cómo algunas comunas de la Región Metropolitana hicieron el intento por retomar las clases, sin embargo, con la inasistencia de estudiantes y manifestaciones de los mismos padres y apoderados. ¿Dónde estamos fallando?; la coordinación requiere de una mayor socialización por parte de las autoridades y la participación de todos los actores involucrados, docentes, apoderados, directivos y estudiantes. En educación, es fundamental tomar decisiones en comunidad, ya que esto genera una sinergia y un compromiso por quienes representan a los diversos establecimientos que se ubican en el territorio nacional.
Escuchemos el temor de los apoderados, es momento de flexibilizar el currículo y adecuarnos a los contextos y a la pertinencia de cada realidad escolar, donde las tecnologías de la información y la comunicación han llegado para quedarse.
El llamado que me permito hacer desde esta tribuna, es que nos encontramos en el mes de octubre y podemos comenzar a trabajar en comunidad frente a un retorno a clases para el mes de marzo 2021. Por más que los organismos institucionales manifiesten la urgencia por regresar a clases, serán los profesores y profesoras, responsables directos de la nivelación y posterior trabajo educativo con s estudiantes que han sido privados de un contexto normal de clases durante todo este tiempo.
Apelemos a la flexibilidad y a la experticia de todos/as los profesionales de la educación, ya que juntos podremos salir adelante.