Por Hernán Narbona @hnarbona
Periodista
La salida a la crisis debiera comprender:
1. Congelación inmediata de todos los Contratos a Corporaciones, Fundaciones o personas que tienen centros de acogida o reformatorios a cargo.
2. Que el Estado separe a los jóvenes que ya han delinquido y genere un programa de reclusión en internados que se pueda encargar en contingencia al Ejército, en un programa tipo Servicio Militar, en donde los jóvenes tengan actividades,deban estudiar, aprendan oficios e incorporen hábitos y disciplina.
3.Que a lo niños y púberes que no hayan delinquido se genere de manera ejecutiva una convocatoria nacional a parejas, matrimonios u hogares monoparentales que puedan acoger a niños con ánimo de adopción. Que esto signifique apoyar el proceso de acogida en la familia seleccionada, pero sin que esto constituya un negocio de corporaciones.Aplicar un criterio de descentralización para que en pueblos chicos y comunidades locales rurales puedan instalarse estos programas, con mayor control de los municipios y las gobernaciones,sacando a estos jóvenes de los focos de riesgo, de las drogas o las malas prácticas. Seleccionar a las familias podría trabajarse con las Iglesias, Clubes deportivos, con los Bomberos.
4. Transparentar los procesos de adopción en particular con extranjeros, toda vez que hay mafias en el mundo que para busca niños vía adopción, pero nadie fiscaliza mínimamente si llegan a buenos hogares o puedan ser objeto de tráfico de personas o pederastia.
Siendo esto un tema de Estado y los niños deben salir del infierno, todos los chilenos debiéramos organizar una campaña que exija una solución de Estado, como una catástrofe, apelando a facultades extraordinarias, a recursos que puedan estar en las FFAA . Y del 96% que representan los prestadores privados, que se revaliden los que pasen el filtro de las auditorías, en las cuales se entreviste a los niños, se analicen gastos. Si hubiera malos manejos, tendría que levantarse las sanciones que corresponda.