Por Catalina Maluk Abusleme
Directora Escuela de Economía y Negocios, U.Central
Se habla insistentemente de una “nueva normalidad”, un término acuñado para referirse a la
manera de enfrentar la vida conviviendo con el CoronaVirus. Es tal vez muy precoz aseverar que el país está en condiciones de asumir la vuelta a la normalidad, por muchas medidas que se adopten desde el punto de vista sanitario para que así sea. Lo único cierto es el cambio de hábitos que implicará esta pandemia, por lo tanto, sería más preciso hablar de una realidad cambiante que de nueva normalidad.
Los cambios llegaron para quedarse. Se perfila un nuevo consumidor cuyos hábitos serán desafiantes en todo ámbito. En términos de salud, habrá una mayor valorización del ejercicio físico, un incremento en la preocupación por la salud mental y la necesidad de avanzar con más fuerza hacia la telemedicina. La alimentación también experimentará cambios. Si como sociedad ya veníamos viviendo una tendencia a lo natural, tras el paso del Covid-19 esta se verá acentuada por la preferencia de alimentos sanos, frescos y, de paso, favoreciendo el comercio local por sobre el retail.
Las finanzas personales serán objeto de mayor preocupación y cuidado, augurando una menor disposición al endeudamiento, un accionar más responsable con los gastos, procurando el ahorro, y desde el punto de vista tecnológico, los pagos a distancia o sin contacto, apurarán el tranco. Ello, también implicará desafíos para la industria de la tecnología de la información y las comunicaciones que, a la luz del teletrabajo, la educación a distancia, las redes sociales, deberán redoblar sus esfuerzos por brindar el mejor soporte y conectividad.
Los viajes fuera del país, la planificación de las vacaciones y los hábitos de entretención, también es posible que se vean afectados, pues el temor de contagio persistirá en el ambiente por un buen tiempo tras la anhelada superación de la pandemia.
En síntesis, asistimos a una época de cambio trascendental en los hábitos de consumo. Tal vez dejaremos de ser consumidores del mundo y nos transformaremos solo en sus usuarios.