Entrevista a Paulina Urrutia, actriz y ex Ministra de Cultura de Michelle Bachelet
¿Cómo ves la administración cultural actual?
No me puedes pedir eso, porque para eso están los ciudadanos. No yo para evaluarla. Y te juro que en materia política pública cultural no me meto y creo que no corresponde que tenga una opinión.
Salvo desear lo mejor y todo aquello que se hizo en su momento se aproveche, se potencia y se multiplique. Así me he mantenido ya sus buenos años.
Se cumplieron 10 años desde que fuiste ministra, cómo ves tu gestión con la distancia
Eso sí puedo hacerlo.
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Justo Pastor Mellado y el Parque Cultural de Valparaíso; “Sobre lo que nosotros construimos está tu pan, el mejor tapaboca”
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¿Qué sientes que fue un avance y que sientes que faltó?
Uno sale muy dañada, primero porque no comprende. Pero me da risa la gente que pela porque en el fondo tienen intereses propios.
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¿Saliste con enemigos?
No sé si enemigos, pero gente que se portó muy mal, que fue muy poca… y gente que con el paso del tiempo… como fue cuando yo viví cosas terribles en el Sindicato (de actores).
Cuando volví me invitó la presidenta del sindicato a que fuera a dar una charla y fue muy bonito porque ese reconocimiento no se hace.
Ahí me encontré con mucha gente que me hizo la vida imposible y que me han dicho, “pucha, me equivoqué”.
¿Con el trabajo ministerial te pasó lo mismo?
Con alguna (gente) me ha pasado fíjate… y con otras no… por supuesto que no.
¿Y qué sientes que fue un aporte?
Mira, acá lo tenemos a pasos (el GAM) que me llena de orgullo. Todo lo que tiene que ver con políticas de acceso que tiene como cara visible el desarrollo de infraestructura en todo el país, y que está coronado con el Centro Cultural Gabriela Mistral.
¿La semilla del GAM estuvo en tu gestión?
No la semilla. El proyecto a mano alzada, pensado, dibujado, creado, gestionado… porque después dicen “oye, la gestión con la campaña que me hizo El Mercurio que yo era una ladrona”.
Bueno, veamos ahora la realidad… que nos robamos nosotros, ni un peso. Nunca hubo malversación de fondos, el orgullo de haber ordenado los fondos desde el ’90. Fondos que venían desde la División de Cultura.
Ordenamos todos los fondos públicos, que tenían que ver con la gente que tenía que rendirlos, ordenamiento en términos editoriales, y que tiene que ver con los nuevos desafíos de cada una de las industrias.
Ordenamiento en términos presupuestarios, financieros, administrativos, el crecimiento de esa institucionalidad, si era un pegoteo de distintas instituciones. Creamos el departamento de planificación que hicimos en cada una de las regiones en términos de personal.
Esa institución tiene una base solidísima en un trabajo titánico que hicimos, cuadruplicamos el presupuesto en términos de gestión para poder hacer este tipo de proyecto.
Un proyecto emblemático que nadie habla, porque obviamente todos estos centros culturales los inauguró la derecha.
Eran los que hablaban de los elefantitos blancos, todo eso lo capitalizó el Gobierno de Piñera, pero… como son los gobiernos de derecha… ¿dónde estuvo la segunda parte del GAM? Pasó todo el Gobierno de Piñera.
Porque eso obviamente y simbólicamente, nosotros íbamos a hacer los tijerales que hizo Allende cuando vino el terremoto del 2010.
Estaban los fondos para construir el gran teatro del siglo XXI, que no era el Teatro Municipal, y con una gestión 2.0 que no tiene nada que ver con la gestión que tenemos hoy día del GAM.
¿Hay otro proyecto emblemático?
El proyecto para mi más emblemático es el Parque Cultural de Valparaíso. Ese proyecto, que era la famosa ex cárcel, con 20 mil proyectos y todos los intereses de todo el mundo.
¿Quiénes fuimos capaces de aunar voluntades, de levantar un solo proyecto, de hacerlo realidad?
¿Queda la desazón de haber trabajado para la derecha?
Para que Justo Pastor se hiciera cargo, después de todo lo que me peló. Me da lo mismo.
¿Pero no hay frustración?
Para nada, ahí está y ese es el tapaboca. Para una persona que después de todo lo que peló, que él sea el director del Parque Cultural de Valparaíso es el mejor tapaboca.
Sobre lo que nosotros construimos está tú pan, tu comida diaria, mientras yo acá estuve cesante 4 años y poquito a poco me fui rearmando.
Nunca he vivido de aquellos que he hecho para otros, nunca.
¿Qué faltó en tu administración?
Nada, porque el trabajo que uno hace ahí es una posta. Si yo dijera que me faltó algo quiere decir que quería estar ahí en un tiempo para… nooo… fue la pega que asumimos de la mejor manera, con déficit por cierto, pero lo que me faltó en política pública tienen que construirlo otros.
Ese es el drama que tenemos en la política, porque la gente se aperna y se aperna y ve que no hay nada mejor… no… uno puede aportar desde otros lugares, pero no quedarse ahí.
Así y todo nosotros hicimos cosas como la Cárcel de Valparaíso y ese es el mejor ejemplo. Ahí había gente de patrimonio, habían organizaciones colectivos artísticos, había gente que defendía la ciudad… todos tenían su propio proyecto y fuimos entre todos capaces de trabajar por Valparaíso, por su patrimonio, por las artes y levantamos un proyecto del cual hoy día la gente se siente orgullosa.
Primero, un proyecto absolutamente estancado, llevaba años de años de años. Yo me acuerdo que en esa época nosotros teníamos la presión del Bicentenario, entonces a mi me preguntaban en la Comisión Bicentenario ¿bajamos ese proyecto?
Yo les decía “denme semanas”, pero confíen en mi que este proyecto va a salir. Y así fue
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