Por Sofía Rodríguez
Licenciada en Relaciones Internacionales
Licenciada en Relaciones Internacionales
Las promesas de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, generaron un gran revuelo. Sin embargo, muchas de ellas hasta el momento no se han cumplido. Por ejemplo, la famosa construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, que sigue generando controversias. Otra de las medidas promocionadas por Trump al llegar a la Casa Blanca, tiene que ver con el ambicioso plan de infraestructura de 1 billón de dólares. Si bien el mandatario norteamericano había asegurado que éste se financiaría principalmente a través de asociaciones público-privadas (APP), días atrás, el jefe de Estado cambió de parecer.
Incluso antes de llegar al poder, Trump repetía su discurso sobre cómo haría para mejorar el deterioro de la infraestructura de Estados Unidos. De esta forma, se encargó de promocionar su extravagante plan de infraestructura, cuyo fin era la reconstrucción de carreteras, puentes y aeropuertos que se encuentran en un mal estado, debido a la falta de mantenimiento. Lo cierto es que los meses pasaron y hasta el día de hoy, el plan no ha comenzado.
SI bien en un principio parecía que la obstinación de Trump lo llevaría a desplegar sin problemas el plan que había ingeniado, un cambio de parecer del mandatario puso en duda el futuro de dicho proyecto. Mientras la secretaria de Transporte, Elaine Chao y otros funcionarios, pasaron meses promoviendo el plan que se financiaría gracias a las asociaciones público-privadas, Trump decidió que no estaba de acuerdo con ese método. Desde un comienzo, se dijo que el gobierno federal aportaría aproximadamente 200.000 millones de dólares en forma de incentivo, para lograr atraer inversión privada. Sin embargo, el futuro de este proyecto permanece incierto.
Es así que el presidente Trump, expresó que los proyectos financiados por este tipo de asociaciones no funcionan. Es decir, que no son la solución más adecuada para avanzar con el proyecto de infraestructura. Este cambio de opinión, significa una alteración en uno de los principales pilares del plan económico que viene promoviendo el mandatario. Según el demócrata Brian Higgins, Trump habría dicho que el proyecto ya no se financiaría a través de la inversión privada, sino que se haría uso de dinero proveniente directamente del tesoro. Además, el jefe de Estado habría dicho que las APP generarían más problemas que soluciones.
A pesar de las dudas de Trump, este tipo de alianzas demostraron ser efectivas en distintos casos. Por ejemplo, a la hora de enfrentar desafíos como la pobreza, la educación y la salud pública. Así lo evidencia un estudio de 2009, llevado a cabo por McKinsey, donde se demuestra que las asociaciones público-privadas logran soluciones a problemas que usualmente son resistentes a las medidas gubernamentales. También se destaca que al trabajar en conjunto, son capaces de lograr mayores resultados, que los que podría alcanzar un sólo actor.
Las asociaciones público-privadas consisten principalmente en la colaboración entre el sector público, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado. De este modo, se unen las capacidades de los diferentes actores para así poder desplegar soluciones más eficientes a los desafíos mundiales. Al combinarse las fortalezas, los resultados son más sólidos. Entre las ventajas de las APP se distingue que las mismas, si son bien conducidas, pueden generar una mayor eficiencia ya que los proyectos pueden concretarse más rápidamente y a la vez, los riesgos pueden reducirse.
La realidad es que, contrario a la opinión de Trump, las APP se convirtieron en una tendencia mundial y ya comienzan a hacerse populares en América Latina. Según el informe Infrascopio, llevado a cabo por The Economist Intelligence Unit para el Banco Interamericano de Desarrollo, Colombia y Chile son los países que cuentan con el entorno más favorable para estas alianzas en Latinoamérica. Ambos países cuentan con los marcos regulatorios adecuados para el desarrollo de las asociaciones. Lo que demuestra que las mismas están cobrando fuerza en el continente.
Pero al parecer, Estados Unidos tendrá que seguir esperando para ver sus rutas, puentes y aeropuertos en un mejor estado. Ya que el famoso proyecto de Trump, parece estar más cerca de la promesa que de la concreción.