Por Daniel Campos.
La aparentemente segura, estable Suiza recibió un brutal golpe a su economía. ¿Quebró? ¿Sus bancos se quedaron sin dinero? Nada de eso. El comienzo de los salvatajes (QE) en Europa disparó el valor del Franco Suizo, empujando a la quiebra a todos quienes tengan deudas en Francos Suizos, y encareciendo los precios de los productos de las multinacionales Suizas, con lo cual se derrumbarán sus exportaciones. Suiza es la expresión de los terribles desequilibrios que provocan en la economía global los salvatajes.
“Lo que ha hecho hoy el Banco Central Suizo (SNB) es un Tsunami para la industria exportadora suiza, para el turismo y para todo el país. No tengo palabras” Esta frase pertenece a Nick Hayek, el CEO de la conocida compañía suiza de relojes Swatch, expresando el brutal golpe que la economía suiza sufre por las medidas anunciadas por el BCE (Banco Central Europeo), de comenzar el QE en Europa. ¿Qué le pasó a Suiza?
El país posee una de las acumulaciones de capital más antiguas de la historia del capitalismo occidental, que le otorgó una imagen de solidez. Suiza siempre fue considerada país neutral en todas las guerras, refugio del oro por antonomasia, lo cual supone que su moneda sea sólida, estable y refugio de capitales de todo el orbe, caracterizada por el “secreto bancario”.
Pero desde que estalló la crisis del capitalismo, ésta no respetó ni la historia ni la trayectoria “impecable” de Suiza. A Suiza le tocó sufrir un aspecto de la crisis: El hecho de que masas gigantescas de capitales corrieron a refugiarse a las monedas “duras”, “seguras”, como el dólar o el Franco Suizo, lo que apreció y encareció la economía Suiza, sus manufacturas, mercaderías, turismo, y todos los precios en general.
Ante la posibilidad de que el encarecimiento de la moneda llevara su economía a la recesión, el SNB salió a comprar masas de capitales en moneda extranjera para evitar que el Franco Suizo se encareciera. El “salvataje” suizo fue posible mediante la emisión de masas de Francos Suizos por parte del Banco Central, lo que disparó la emisión de moneda Suiza. Pero sólo así pudo comprar las masas de capitales que le permitieran anunciar el cambio fijo de 1,20 francos suizos por euro. Es decir, la economía suiza se mantuvo alejada de la recesión casi 6 baños en base a salvatajes permanentes, con impresión de dinero por parte del Banco Central Suizo, lo cual produjo un tremendo desbalance en su hoja de balance como observamos en el siguiente cuadro:
Hoja de Balance del Banco Nacional de Suiza en miles de millones. A partir del año 2007, se observa el salto en compras de monedas extranjeras (en azul) y otros activos (en rojo) Fuente: Gurusblog
Una economía mantenida en base a salvatajes
Así funcionaba la economía Suiza, manteniendo artificialmente un Franco Suizo “barato”, para evitar la recesión, comprando masas de euros y dólares para mantenerlos caros en relación al Franco. Mientras tanto EE.UU implementaba el QE3 para evitar la depresión global de la economía, es decir, imprimía dólares a raudales lo que provocaba devaluación del dólar. Pero al finalizar el QE3, la economía mundial capitalista comenzó una pendiente hacia la recesión global, lo que obligó a Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo a anunciar un QE para sacar a Europa de la pendiente recesiva. Y ahí vino el golpe a Suiza. Cuando se produjo el anuncio del QE en Europa en este 2015, el SNB de Suiza se rindió ante la magnitud de la operación económica.
Ahora es el BCE el que va a imprimir masas gigantescas de Euros, y a Suiza no le alcanzaría todo el oro del mundo para comprar esas masas gigantescas de euros para mantener la paridad de 1,20. Esto llevó al SNB a anunciar en enero la liberalización del Franco Suizo, y produjo una revalorización inmediata de la moneda suiza del 30% en relación al euro y del 25% en relación al dólar norteamericano.
Las acciones de Swatch, el mayor fabricante de relojes del mundo, caían casi un 17%, las de Holcim, mayor fabricante de cemento del mundo un -10,5%, las de Nestlé, la mayor compañía de alimentación del mundo un -6,2%. Todas convertidas en simples chicharros bursátiles ante la decisión tomada por un Banco Central. El índice bursátil del mercado suizo caía un 10% volatilizando más de 133 mil millones de francos suizos de capitalización bursátil.
A su vez, los gigantes farmacéuticos Novartis y Roche veían como el precio de sus acciones caía entre un 8% y un 9%. La apreciación del franco suizo hasta la paridad euro-franco podría suponer que Roche perdiera el 6% de sus beneficios según la estimación de algunos analistas.
Tasa de interés negativa, tasa de ganancia negativa
A su vez, el SNB tomó una decisión histórica: Fijó una tasa de interés de los depósitos del -0,75%, una tasa de interés negativa. Es decir, si alguien deposita 100 $ en cualquier banco del mundo, gana mediante un interés 105 o 106 $. Pero en Suiza ahora si alguien pone 100, retira 75$, es decir pierde 25 $, con lo cual Suiza cobra ahora por guardar dinero. La tasa de interés negativa está reflejando otra realidad, la caída en picada de la tasa de ganancia, que está en niveles de 0, o -0 derrumbada por la brutal sobreacumulación de capital que implican los salvatajes y las Corporaciones Multinacionales.
Hace rato que diversos economistas exigen “sincerar” las tasas de interés,, que alcanzan niveles cercanos a 0 0 -0 en la mayoría de las economías más importantes del mundo. La tasa de interés está a 0 globalmente desde hace 7 años algo pocas veces visto en la historia del capitalismo, pero ahora los anuncios de SNB incorporan un elemento nuevo, la aparición de tasas de interés negativas, algo que a simple viste contradice los principios más elementales del crédito y el sistema bancario en el capitalismo.
Por el efecto de los salvatajes, la economía capitalista mundial se parece cada vez más al “reino del revés”: Los salvatajes han puesto al mundo entero patas para arriba, veamos estos datos: Si en las últimas décadas el tamaño de los Balances de los Bancos Centrales no solían sobrepasar el 10% del PIB de un país, ahora la FED (Reserva Federal de los EE.UU) y el BCE (Banco Central Europeo) expandieron sus balances y contrajeron tales niveles de deuda que su tamaño alcanzó el 30% del PIB de EEUU y Europa, respectivamente.
Suiza sin hacer mucho ruido van camino de superar todos los récords y el tamaño del balance de su Banco Central ya representa el 75% del PIB. Balances que abarcan enormes porciones del PBI, tasas de interés negativas, que buscan de ese modo ahuyentar capitales, es decir, los salvatajes provocan el efecto “ficción”, hacen aparecer riqueza cuando en realidad la destruyen, hacen aparecer ganancias para disfrazar las pérdidas, presentan solidez donde en realidad hay quiebra.
“Vamos a ver como es, el reino del revés” decía la autora argentina María Elena Walsh en su célebre canción para niños “El reino del revés”. “Me dijeron que en el reino del revés nada el pájaro y vuela el pez” dice la canción. Walsh nunca imaginó que su canción describiría perfectamente al capitalismo varias décadas después, producto de los salvatajes, en la crisis más grande de su historia.