Adiós Endesa –España

Publicado por Equipo GV 5 Min de lectura

Por Manuel Baquedanoendesa

En completo silencio se encuentran preparando sus maletas para regresar definitivamente a su tierra natal los altos ejecutivos españoles de Enersis, Endesa y Chilectra, compañías a través de las cuales Endesa-España controló por años la mayor empresa energética de Chile.

Se nos va definitivamente Endesa-España, pero no por la puerta ancha, sino muy por el contrario, de una forma poco digna, blandiendo el sabor amargo de la derrota. No conozco a nadie en Chile que lamente la partida definitiva de esta compañía; en realidad, a la población chilena le es indiferente el destino de esta empresa española.

Es que Endesa España cimentó su expansión y control del mercado eléctrico chileno a partir de la infiltración y corrupción de la elite política y económica del país. Desde un actuar caracterizado por turbias maneras de hacerse del control de la chilena Endesa en los años ’90 hasta una poco transparente forma de apropiarse de platas de las AFP en 2012, durante el último y forzado aumento de capital de Enersis. Esto, en un manifiesto conflicto de interés, pues el entonces el presidente de Enersis era también presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, donde precisamente se tranzan los fondos de pensiones de las AFP.

Bajo la gestión de Endesa España, los precios de la electricidad en Chile alcanzaron los valores más altos del continente y del mundo. La comuna de Santa Bárbara, lugar donde construyó su última represa, Ralco, es donde la electricidad cuesta más cara y donde los índices de pobreza son los mayores del país. Es también, el lugar donde la población indígena local, los Pehuenche, son hoy día más pobres que antes que se construyera la presa.

La derrota de Endesa-España ha significado en la actualidad un abandono casi total del plan de expansión de filial chilena, cuyo accionar es cada día más cuestionado por la ciudadanía. HidroAysén, su gran megaproyecto hídrico se desplomó luego de una movilización ciudadana sin precedentes, que abarcó todo el país, a pesar de la alianza estratégica que tenía con la poderosa familia Matte, una de las dueñas de Chile.

En su retirada, Endesa-España deja a la Endesa local sin futuro, viviendo de las rentas que le dejó su posición anterior. Así, el abandono del proyecto de represa que deseaban construir en el río Futaleufu, en la Patagonia, la paralización de la Central Termoeléctrica Bocamina II, en Coronel, y el reciente anuncio de anular la construcción de la controvertida Termoeléctrica Punta Alcalde en el valle del Huasco, muestran el fracaso de un liderazgo que no supo leer los cambios que están ocurriendo en el país.

Endesa-España pensaba que era suficiente con sobornar a la élite política y económica nacional, entregándole cargos muy bien remunerados, dádivas y prebendas por doquier para poder mantener y expandir su área de influencia. En el desarrollo de esas malas prácticas se fue desdibujando lo esencial de su razón de ser ante buena parte de la población chilena, pues de ser una empresa que entregaba un servicio público esencial -como lo es la electricidad- pasó a ser considerada una compañía que pone el lucro por encima del servicio que ofrece.

Triste pero merecida derrota. Los españoles no solo abandonan el control del negocio en Chile, sino, de toda Latinoamérica, quedando reducidos a una empresa local que solo funcionará para el mercado español.

Habrá que esperar para ver si la nueva controladora del conglomerado energético, la italiana ENEL, aprendió la lección, y para ver si buscará relacionarse de otra manera con Chile y sus comunidades. Espero que se hayan dado cuenta que el descrédito de la elite política y económica es enorme y que si no consensuan los proyectos con los ciudadanos, con las comunidades, fracasarán también.

El campo energético para desarrollar las Energías Renovables No Convencionales es inmenso. Por eso, es mejor que se dediquen a respaldar el futuro de Chile y la transición al sistema energético que en un tiempo más sin duda será 100% renovable.

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