Por Hugo Covarrubias Valenzuela
Académico Trabajo Social, U.Central
Al parecer, hoy la discusión en los sectores políticos es estar más en la destrucción de los errores, que en la posibilidad de descubrir o construir nuevas verdades. Se nos viene marzo y todo indica que esta frase está cargada de conflictos o problemas sociales, que van a emergen fuerte como ocurrió en octubre de 2019.
Sin embargo, creo que hay que preocuparse primero, de levantar la credibilidad de las instituciones, porque debemos pensar en un país distinto con miras al plebiscito de abril, para lo cual tenemos que trabajar en los consensos políticos más que en los desacuerdos o posturas maximalistas y sobre ideologizadas.
Chile tiene una gran oportunidad y el mundo académico está llamado a reflexionar posturas colaborativas y mirar transversalmente para pensar un siglo XXI en el cual primen valores fundamentales, como la convivencia social, la justicia social, la equidad, la defensa de los derechos humanos, la protección del medio ambiente, entre otras materias fundamentales en este tiempo.
En síntesis, pensemos un marzo más constructivo, poniendo ideas desde la sociedad civil y fomentando la participación sin sesgos políticos. En definitiva, ponernos a disposición de la gente en el territorio y supervigilar los procesos que vamos a vivir este 2020. Es imperativo construir un nuevo Chile.