Por María José Becerra
Directora Escuela Economía y Administración, U. Central
El manejo del big data, o grandes fuentes de datos, es vital para la toma de decisiones estratégicas tanto a nivel de empresas, organismos sin fines de lucro e instituciones del Estado.
Prueba de ello, por ejemplo, lo constituye el último Informe de Política Monetaria presentado por el Banco Central que incluyó un análisis exhaustivo del mercado laboral chileno, el que históricamente ha sido desarrollado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entidad coordinada por el Ministerio de Economía.
Más allá de la discusión acerca de la gobernanza en el análisis de los datos, es importante relevar que, precisamente los datos de empleo desarrollados por el INE se derivan de encuestas a personas, mientras que los presentados por el Banco Central se derivan del manejo de big data de fuentes secundarias, la cual minimiza los errores en cuanto a sub o sobre declaración, tamaño de la muestra, factores de expansión, etc.
Es claro que el big data llegó para quedarse, pero con ello, aumentan los desafíos para la ingeniería en control de gestión. Son los profesionales de ésta área los que logran dominar big bata a través de la recolección, control y análisis de datos, pudiendo reducir las asimetrías de información para una correcta, estratégica y oportuna toma de decisiones en las organizaciones.
No es casual que, en el último tiempo, el mercado laboral esté premiando a estos ingenieros con una mayor variedad de fuentes laborales y con un crecimiento sostenido en sus tasas de salarios y empleabilidad.