Corona: la enfermedad de los ricos que pagan los pobres

“Cuando el rico adelgaza el pobre se muere de hambre” Proverbio Chino.

Por Marcos Victoria
Economista y CEO de Best American Storages

Cuanto más estricta y prolongada la cuarentena menores contagios y mayores costos económicos. La histeria del Corona Virus resulta casi una burla observando el mapa de los brotes: Londres, Milán, Roma, Madrid, Barcelona y New York. Países donde vive menos del 10% de la población mundial. El mapa no incluye Mozambique, Haití, Nigeria o la India.

¿Cómo verán este espectáculo los cientos de millones de personas que sufren una mortalidad infantil de dos dígitos, enfermedades originadas en la miseria o simplemente hambrunas?

Una horda de analistas, epidemiólogos y opinares devenidos en expertos han difundido diversos escenarios sobre el costo económico del Corona Free. Los sectores más vulnerables al Corona son los que de cualquier manera tienen más probabilidades de morir con o sin virus: los viejos con dolencias graves preexistentes.

La psicosis produjo el milagro, lo evidente se convirtió en tapa de los diarios. Nunca en el último siglo se había suprimido el derecho al trabajo. No se contemplaron las posibilidades de supervivencia de las personas. En países con alta informalidad millones de personas comen del efectivo que reciben por su trabajo diario. El 80% de la población del mundo vive en economías con informalidad. Cada actividad sufre distinto la consecuencia de la prohibición. Una gama inmensa de actividades de las que viven millones de personas han caído bajo la arbitrariedad de la norma única.

Muchos políticos, históricamente más sensibles a las miserias humanas que a la grandeza, han corrido a ubicarse en la vereda de lo ¨políticamente correcto¨ representada por la histeria cuarentenista. El espectáculo de la competencia por el galardón del ¨Corona 0¨ en países donde mueren miles de personas al año por el dengue, la mortandad infantil, la falta de acceso al agua potable o las cloacas, pero que muchos han hecho muy poco para cambiarlo, es tan grotesco como ver ¨un disfrazado sin carnaval¨.

La caída de la economía también acarrea muertes, pero muertes invisibles. Nadie sabe cuanta gente muere por cada punto de caída del PBI. No es solo el hambre, la falta de acceso al agua potable, a medicamentos, a alimentos limpios, la caída en el mantenimiento del transporte e infraestructura, todo eso mata y mucho. También mata y enferma el aumento del estrés, ataques de pánico, violencia de género etc. Muertes gratis, sin costo político.

Solo se sale con humildad: El cepo que tiene atrapada a la opinión pública del primer mundo es la tecno-soberbia que le deja aceptar que la tecnología no es capaz de vencer al destino. Este no es un problema de los pobres aunque se importe vía Facebook. El hombre no es inmortal y debe coexistir con enfermedades, pestes y fenómenos naturales que no puede controlar, así como convivimos con otras causas de muerte mayores al Corona que matan en silencio pero no son noticia. La respuesta superadora es la aceptación de las propias limitaciones, convivir con ellas sin delirios de inmortalidad. Aceptación no es resignación, todo lo contrario, quiere decir acciones en vez de proclamas. Aceptar significa cambiar las conductas necesarias para reducir los riesgos sabiendo que no somos dioses. La manera de romper el círculo vicioso entre Corona vs economía creado por la tecno-soberbia de las sociedades ricas no es empujando el muro de la economía que aplastará a los más pobres sino superando la soberbia y la demagogia aceptando que aún no somos superhombres.