EL CANDIDO MEO Y EL PERFIDO PONCE LEROU… Y OTROS

Por Pablo Varas

La carrera política para obtener votos en nuestra historia, viene desde hace muchos años. Llegar al parlamento tenía diferentes objetivos, en algunos casos era para que la familia tenga media página en la historia de la patria. En otros casos se trataba de un negocio, en esta situación el diputado trabajaba para sus amigos y la clase social a la que representaba, y claro, también hay que recordar a aquellos que no trepidaban en anteponer el servicio público a los personales……muy pocos.

Posiblemente si damos una mirada a las plazas de muchos pueblos, podemos hacernos una idea del real peso que han tenido los parlamentarios. Muy pocas estatuas o placa recordatorias, en muchos casos ni siquiera en el día de los muertos la familia los recuerda. Los que han tenido mejor suerte les alcanza para que su nombre esté en una calle de alguna población.

Son ya leyenda esos enormes asados, vino y carreras de caballos en esos grandes fundos en el sur. Los patrones no dudaban en tirar cientos de kilos de carne a la parrilla para sus peones, que luego de comer y beber se contaba con presencia justamente el amigo del patrón del fundo…el candidato.

Hacía su entrada a caballo con buena montura, poncho corto y sombrero fino. El patrón del fundo lo abrazaba con sonoros palmoteos, lo que instalaba la idea que ellos eran amigos, y claro, el patrón era el patrón, siempre tenía la razón.

El candidato les hablaba, se comprometía que era él quien trabajaría por cada uno de los que estaban presentes en el asado. Juraba que jamás los olvidaría. Prometía una escuela, una posta de primeros auxilios con un practicante, para que pudieran ser atendidos sin necesidad de ir a la ciudad….muchos le creían.

Hay diferentes formas de hacerse con votos, pero sin duda alguna ese deporte practicado por los latifundistas en esos tiempos era deleznable, pero así eran aquellos momentos en la patria. Pocos parlamentarios son recordados en el tiempo, la gran mayoría son fotos amarillas en los diarios y periódicos, que eran utilizados en las carnicerías y en los baños

Hay que recordar también a los que entregaban un solo zapato, a los que daban la mitad de un billete. Como se repartían rosarios, vírgenes y santos especialmente a las mujeres. Se llegaba incluso al caso que el candidato rezaba y leía el rosario….lagrimones incluidos.

Llegaban las elecciones y el que había ganado ya nunca más volvía al pueblo. Todas esas fiestas pasaban al olvido. La virgen seguía instalada en algún mueble esperando alguna hora para hacer un milagro, y el rosario acompañaba para el mes de María.

Los tiempos cambian poco en este sentido. Son los mismos partidos políticos, algunos que han sufrido divisiones, pero todos vuelven al mismo rio. Todos pactan con todos, se hacen favores, en fin.

No llama la atención que desde hace algunos años, esos que dicen ser los dueños de la patria regalen dinero a candidatos a parlamentarios, y también a los presidenciables. Banqueros y apellidos vinosos que vienen desde tiempos antiguos, no asombra que hayan tenido una caja para estar dispuestos a repartir. El que pone la plata pone la música dice un refrán, también platita en la mano y potito en el suelo…. suena como canción.

No causa extrañeza que los más apoyados sean los de la derecha, ellos se conocen desde siempre. Sus hijos van a las mismas escuelas, esos colegios caros de curas y monjas desde los tiempos de la invención de la naftalina, allí donde se perpetúa la nueva, la misma fronda aristocrática. Los candidatos de la derecha, en gran mayoría entran sin problemas, son conocidos hasta por las secretarias, y salen con dinero en los bolsillos. Esos candidatos para los cuales es Pascua cada día del año.

Orpis, Moreira, Von Baer, Isasi, Velasco, Ominami, Jovino Novoa, Pizarro, Rossi, Martelli, (el Ali Baba de calle Guacolda, que repartía los caramelos envenados de yerno de Pinochet, entre otros), todos con la mano extendida. Hay que agregar y recordar también a esos que recibieron dineros bajo la fórmula de “aportes reservados”, lo que es como echarle agua al vino, mantiene el color pero de muy mal gusto….no se puede beber.

Pero entre tantos pordioseros necesitados de dinero, apareció un joven personaje. Fue diputado por el Partido Socialista el que abandonó por considerar que las prácticas estaban en contra su forma de ver y hacer política, estaba en su derecho de hacerlo y de decirlo.

Marco entonces da un salto mayor, no le interesa el parlamento. Se lanza a la carrera presidencial. Hay que destacar que obtiene un importante número de votos que no le alcanzaron, y en su primer intento debe terminar llamando a votar por el candidato de la concertación…….YA EN ESE TIEMPO HABIA DINERO DEL YERNO DE PINOCHET EN SU CAMPAÑA.

Durante años va predicando que él es la nueva forma de hacer política, sostiene que con él se inicia una forma diferente de ver chile y proponer estructuras nuevas y más y mejor distribuidas.

Marco insiste, participa por segunda vez en la carrera presidencial. Ya era conocido y a pesar de haber bajado en la suma de votos, mantiene un porcentaje no menor, que le sirve para manifestar que él apostará su capital político al proyecto de la Nueva Mayoría. Marco sabe que al interior de la NM no es querido, aunque hay también que lo miran sin fruncir el ceño.

El gatopardismo ya se instaló en los que se definen como clase política, algunos nuevos, pero especialmente en los gatos viejos Hacen y predican asuntos que cambiarán para que finalmente todo quede en el mismo lugar.

Pero se destapó la caja de Pandora. Los sombreros de los viejos magos fueron dejando al descubierto, que también en su segundo intento presidencial el vil dinero de la clase dominante, de ese 1% más rico le había tocado el hombro.

Tantas palabras bien dichas. Tantas frases habladas de corrido. Un candidato que salía bien hasta en las fotos de carnet, era sencillamente la misma vieja escuela, que en nada había cambiado. El viejo patrón de fundo miraba a Marco ahora en la televisión, y también a esos otros a los que les había dado dinero. Pero no era el único el yerno del dictador. También están otros carteles familiares, los de la pesca, los de  la minería, los grandes empresarios de buses y transporte público…..pura gente de bien.

Pero hacer campaña política con dinero de un familiar de Pinochet, es sencillamente incomprensible. Posiblemente la ambición  Uno debería preguntar si hay algún tipo de afinidad entre Ponce y Marco, es que nadie regala tanto dinero por nada.

No hay dudas que Marco está tocado. No visitó al Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia. No dice nada de lo que sucede con Eliodoro Matte y el negocio del papel. No se ha sacado una foto con los del registro Civil en justa huelga…..en fin.

Hablaba bien aquel hombre……hablaba bien pero en Etica sacó nota roja.