Poe Franco Muzzio S.
Extensión Académica y Cultural. U.Central
Como un retroceso, así se puede analizar la decisión de Banco Estado de quitar de su presupuesto los fondos que, por más de 14 años, contribuyeron a la realización cinematográfica de nuestro país, un aporte que sumó fuerzas para que joyas como ‘Machuca’, ‘Una Mujer Fantástica’, ‘Historia de un Oso’, ‘La Nana’, ‘Gloria’, ‘No’ y ‘Neruda’, solo por nombrar algunas que trascendieron cartográficamente logrando pasear su contenido por lo más selectos festivales internacionales.
Resulta desolador que en una época en donde son frecuentes los desfalcos, despilfarros, malversaciones y otras ‘maravillas’, al mismo tiempo nos lancen baldes de agua fría informando que la cultura se transformó, por lejos, en el hilo más fácil de recortar cuando de ‘lucas’ se trata.
Esta vez le tocó al séptimo arte, como si no fuera suficiente su falta de cuota de pantalla en los cines, su ausencia en una programación permanente salvo las consideraciones esporádicas de algunos canales de televisión, sin espacios consolidados para la crítica especializada y lo más importante, sin una política cultural que garantice su apreciación y lo situé como una herramienta válida de análisis social.
Lo más penoso es que las frases para el bronce no terminarán de proclamar que la cultura es el alma de un país, ni tampoco terminarán los desfiles para colgarse de algún premio cuando la fotografía lo amerite. ¿Tan poco invertimos en el alma, tan poca esférica le damos al cultivo del espíritu? Se ha instalado una deforestación cultural, una poda indiscriminada hacia esas manifestaciones que construyen un puente hacia la comprensión de la realidad, la eternidad de la memoria y la búsqueda de la reflexión permanente. El mensaje es claro, hay que dejar de ‘pasarse películas’, el cine chileno se quedó ‘Pato’.