Por Catalina Maluk Abusleme
Directora Escuela de Economía y Negocios, U.Central
Las últimas medidas anunciadas por el Gobierno para reactivar la economía en materia de inversión en sectores como obras públicas y vivienda, son positivas y constituyen un esfuerzo serio por tratar de recuperar terreno en materias de crecimiento, pero no hay certezas de que vayan a lograr sus objetivos.
Si bien estas medidas están alineadas con la decisión del Banco Central de bajar en 50 puntos base la tasa de política monetaria, la última cifra de desempleo de un 7%, la más alta desde octubre del año pasado, todavía refleja una economía que no se reactiva, y para ello, es necesaria la inversión.
No obstante, la inversión fue un dato positivo a comienzos de año, pero en el transcurso de este primer semestre sus proyecciones se han ido deteriorando, tanto así que, desde el empresariado, se le puso domicilio político al llamado del Ministro de Hacienda de recuperar la confianza, por cierto, elemento clave para invertir.
Si a ello sumamos un panorama mundial complejo, con guerra comercial y tecnológica de por medio, tampoco es posible esperar prontas señales de recuperación. Además, índices como la venta de autos, también se han deteriorado, tras temporadas espectaculares, y tampoco se puede soslayar el alto nivel de endeudamiento entre los chilenos pues, parte importante del consumo interno está apalancado, precisamente, por la deuda.
El panorama es preocupante. Las sombras que hoy pasan por nuestra economía, parecen eclipsarla mientras el gran deseo compartido, es volver a ver el sol.