El machista de izquierda chileno es capaz de poner en una sola frase una enrabiada crítica antisistema junto a una expresión del machismo más bruto e irreflexivo.
Para él, las mujeres son la excusa para el relajo entre discusiones serias sobre temas importantes. Puede pasar en un segundo de lamentarse por la “influencia de los medios en la opinión popular” a juzgar a viva voz el cuerpo de la mujer que pasó por su lado, mientras se toma un MARACA NEGRA, en el Bar The Clinic.
Del feminismo tiene una vaga idea histórica, pero piensa que es un tema de mujeres, y que evidentemente él no tiene por qué conocer ni menos estudiar por su cuenta. Sin embargo, asume que rechazar el feminismo es acercarse a la derecha. Los medios machistas de izquierda incluso publican columnas y artículos de feministas, que suelen ser profundamente incomprendidos por sus lectores.
El cuerpo de las mujeres
Le gusta decir palabras como TETAS, CULO, PICO y MARACA, porque eso lo hace sentir más progre, más macho y más de izquierda. Lo contrario, piensa, es ser conservador, cartucho o tonto grave, lo que le suena a conservadurismo de derecha.
El machista de izquierda habla mucho de sexo, pero siempre desde un punto de vista masculino, donde la participación femenina se reduce a ser un cuerpo, un objeto sexual. Cree que hay algo de choreza en juzgar culos, por ejemplo. De mujeres, obvio, porque al machista de izquierda no se le pasa por la cabeza que su cuerpo o el de otro hombre pueda también ser motivo de juicio.
Los medios de los machistas de izquierda están plagados de cuerpos femeninos objetivizados.
La sexualidad de las mujeres
Cuando una mujer se muestra como sujeto sexual, es decir, como persona que capaz de desear y de elegir lo que hace con su cuerpo (cuando no esconde su calentura y muestra públicamente que tiene sexo porque quiere y con quien quiere), el machista de izquierda no duda en tildarla de MARACA.
En este sentido, es un machista como cualquier otro. Le cuesta relacionarse con mujeres que es capaz de ver como personas, pues en el fondo les teme.
La escalada de la violencia machista
No existe una expresión de machismo suave o menos grave, ya que cuando se tiene la creencia de que una persona es inferior a ti por su género (o cuando crees que eres inferior a alguien por tu género), te puedes ver envuelto en una escalada de violencia que termina en la muerte.
Los siguientes son ejemplos encontrados sin mucho esfuerzo, que ejemplifican hasta dónde se puede llegar si no se hace una mínima reflexión sobre igualdad de género.
– The Clinic, practicando y fomentando el acoso sexual callejero:
En este artículo del año 2011, llamado “Tendencias Primavera Verano: Cinco lugares la raja para mirar culos en Santiago”, se publicaron fotografías tomadas sin consentimiento de mujeres que caminaban por la calle. Fotos íntimas y sexuales, con textos del tipo:
“… hay una casa de cambios donde los culos extranjeros y tropicales están detenidos por no sé cuántos minutos y uno puede sentarse justo al lado de ese carrusel que está ahí (o mejor: subirse a algún caballito del carrusel) y sapearlos, y sapearlos, y sapearlos”.
O como este:
“San Antonio con Santo Domingo: El culo abundante. El del imaginario centroamericano. El de la migración. El que tiene un público específico, pero inmenso. El que hace que a ese público le den ganas de gritarle cositas sucias en la calle”.
Señores de The Clinic: Sacar fotos a partes íntimas de personas y subirlas a una página de internet está mal. Gritarle “cositas sucias” a una persona en la calle está mal. Incluso “sapear, sapear y sapear”, a una persona en la calle está mal.
Y está mal porque el cuerpo de las mujeres no es de pertenencia de nadie más que de ellas mismas, y el hecho de que ellas caminen por el espacio público no significa que su cuerpo sea público también. Todas las personas merecemos respeto. Que te guste una persona no es justificación para pasar por sobre su consentimiento. Sí, las mujeres somos personas también.
En el mismo sentido del artículo anterior, encontré este, y este. Y dejé de buscar por mi salud mental.
– The Clinic, y un original “Lo que dicen las mujeres significa cualquier otra cosa, por lo tanto no hay que prestarles atención”.
Este artículo, del año 2013, llamado “Vocabulario femenino: lo que en realidad las mujeres quieren decir”, viene además con una perturbadora fotografía de una mujer aparentemente borracha y con el calzón abajo. ¿¿??.
La verdad, prefiero no intentar adivinar qué pasó por la cabeza de la persona que eligió esa foto para ese artículo, sólo diré que TODAS LAS VIOLACIONES OCURREN PORQUE ALGUIEN NO PRESTÓ ATENCIÓN A LO QUE ALGUIEN DIJO.
– Álvaro Henriquez y su jugueteo con el asesinato machista.
“(…) No me falles
No me falles nunca
No podría soportar
Ver a un hombre tocando tus labios
No podría permitir
Que otra sombra muriera en tu cama
No me falles
No tengo la vocación de un suicida asesino
Pero si es preciso afilo el cuchillo(…)” (No me falles, Los Tres, 1999)
“Tráeme la escopeta porque le voy a disparar
Al amor de mi vida que me acaba de traicionar.
Se arrancó con un hombre que ahora es un nuevo galán
Me dejó como un perro y ahora tendrá que pagar.
El cielo está nublado y enojado como yo.
Hey hey hey
Eso es lo que pasa por creer y por amar” (Hey Hey Hey, Los Tres, 2014)
Sr. Henríquez: Ya sé que es ficción, y blablablá, y que cantando eso se siente más macho y más cool, pero caballero, estamos a 2014 y eso ya no sorprende a nadie.
Ya estamos hartos de historias de hombres que creen que la mujer que decidió ser su compañera les pertenece hasta el punto de matarla para que no pueda decidir estar con otra persona. Y nos cansamos además de cómo los medios cubren la noticia, llenándola de cebolla romántica (las mismas de las canciones citadas) que no hace otra cosa que exculpar al asesino y banalizar el crimen.
Eso por ahora. Para finalizar, una cita encontrada en internet:
“Todos los machismos hieren. El penúltimo, mata. El último justifica la muerte. Por eso no existe un machismo VERDADERAMENTE preocupante y otro que no lo es. El machismo es machismo siempre y supone una des-legitimación de la capacidad de las mujeres. No podemos trabajar para que uno desaparezca y otro no, porque todos se sustentan.
Un asesinato se sustenta en golpes, un golpe en insultos.
Un insulto se sustenta en la creencia de que hay un ser superior y otro inferior. Esa creencia se sustenta en una forma de relacionarse, de reírse de las bromas, de hablar y de pensar”. María S. Martín Barranco.
Tomado de https://enlaciudaddelasdamas.wordpress.com/
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