Por: Omar Villanueva Olmedo Director OLIBAR C° Lic. Ing. Universidad de Chile
¿Ha llegado el momento para incorporar las nuevas tecnologías y conocimientos disponibles en esta, y en la siguiente, era a la política y al gobierno de una comunidad para dar nacimiento a una “polística” nacional? Esto es a partir de los actuales avances digitales y los que se pueden anticipar a la luz de las innovaciones que cada día dan cuenta las principales empresas tecnológicas y los centros de innovaciones locales y globales.
1.- Todo se está innovando y… la política ¿Cuándo? Es necesario partir por comparar: (1) el grado de influencia que tienen las nuevas tecnologías convencionales y disruptivas, la inteligencia artificial, la robótica y la ciencia en general a muchas actividades diarias de los ciudadanos con (2) la visión que se tiene sobre una clase política que se sigue moviendo en conceptos de siglos pretéritos sobre: servicio público, decisiones, futuro, cambio global, elecciones, entes legislativos, uso del poder y acceso a los recursos. Es decir, se ve a los políticos muy alejados de considerar la introducción de estas nuevas avenidas del conocimiento y su incorporación a la vida política y social de los países.
Hace ya 4 años que los investigadores B.Gordon, J. Balwin-Philippi y M Balestra publicaron que: “En la medida que las tecnologías de comunicación digital han evolucionado en las últimas décadas, la convergencia de la estructura de la red, la accesibilidad al hardware y los avances de software de nueva generación ha permitido a los individuos interactuar en varias formas, incluso contradictorias. Pueden explorar, ocultar, alcanzar, evaluar, conectar, negociar, intercambiar y coordinar en un grado mayor al que nunca antes se vio. Además, esto se ha traducido en un número cada vez mayor de usuarios que interactúan con la información de una manera sin precedentes y, debido a la portabilidad del dispositivo, y en ubicaciones físicas totalmente nuevas”. Lo anterior ya está ocurriendo en muchas instituciones armadas y en servicios de inteligencia del mundo.
Se sabe que la política se preocupa de los procesos decisionales que se refieren a todo un grupo o a una comunidad en relación a su desarrollo presente y futuro y al ejercicio de su gobierno, tanto desde el punto de vista de quienes detentan el poder como los que están en la oposición. Y, como responsables de ese gobierno, se preocupan de la distribución del poder y de los recursos. Los diferentes grupos que dominan la política en un momento determinado poseen sus propios principios y buscan imponerlos de diferentes maneras en su actuación y en la comunicación a toda la comunidad. Para muchos autores, las personas que se interesan por la política están motivadas principalmente por intereses particulares y por el deseo de lograr poder en la distribución de los enormes recursos que se manejen por el estado, por elegir a los postulantes a cargos de representación local o nacional y por ganar las respectivas elecciones.
2.- Ejemplos ilustrativos de posibles cambios. Hoy existe un artefacto, el celular, que da luces sobre lo que se viene con las nuevas tecnologías. El celular se ha introducido de hecho en toda la sociedad sin oposición o con pocas opiniones negativas. Por eso es un buen ejemplo para ilustrar los cambios que se viven: si Ud. se detiene a averiguar la cantidad de tareas que se pueden realizar con él descubrirá rápidamente que incorpora muchos artefactos en uno y que ya se han dejado de fabricar total o parcialmente y que han sido reemplazados por sistemas y por las famosas aplicaciones o Apps. Así por ejemplo, el celular reemplaza al reloj, al barómetro, la radio, el televisor, el diario, la grabadora, la máquina fotográfica, el espejo, la huincha, localizadores, etc., etc., etc. ¿Sabe Ud. cuántos miles de puestos de trabajo ya se ha eliminado en el mundo con estos cambios y cuántos más se eliminarán en la próxima década? Y ¿No es posible usar una base similar para reemplazar las caducas formas de gobernanza y de decisión política?
Nuevos avances los veremos cuando el celular sea una verdadera alcancía, donde se tendrá un monto de dinero que se podrá prestar a interés a un tercero sin pasar por ningún banco y que tendrá la supervisión respectiva y seguros virtuales ad hoc para registrar y proteger el proceso de crédito entre personas. A su vez, el desarrollo de la banca muestra que hace 20 años atrás para tener una cuenta corriente de un banco había que cumplir tantos requisitos que en el país había algo así como menos de un millón de ellas. Hoy día, un banco, como el BancoEstado ha informado que tiene más de 7 millones de cuentas Rut, usando el identificador legal de las personas.
3.- ¿Y en “polística” que está pasando? En nuestro trabajo y junto a otros consultores de innovación, estrategia y de futuro – con éxitos y fracasos – hemos visto los avances en las nuevas tecnologías desde el año 1972 y por eso nos surgen diferentes preguntas: Si Ud. paga o ha pagado muchas de sus cuentas y ha hecho transferencias por internet y en general ha quedado satisfecho con la seguridad que le otorga ese medio de pago ¿por qué no podría entonces Ud. votar, ahora mismo, en una elección local, nacional o segmentada virtualmente usando un sistema de semejante naturaleza? Si elegir a un representante fuera tan fácil como esto, entonces: ¿No sería posible hacerlo no solo por uno sino por muchos de ellos en diferentes materias?; o preguntarse: ¿Sería necesario que se suspendieran las actividades diarias para que se produjera una elección de este tipo o un censo poblacional?
Dicho esto: ¿Si fuera así de fácil votar en una elección no sería posible que los ciudadanos diéramos nuestra opinión sobre los temas más candentes de la vida en sociedad? ¿En realidad los representes nos reflejan bien cuando votan “en representación nuestra” en el parlamento sobre impuestos, crecimiento económico, derechos civiles y sexuales, o sobre leyes que se refieren a las etnias o a “la puerta giratoria” de la criminalidad, o a las acciones que se deben tomar para que la droga no siga hipotecando el futuro de una parte importante de la juventud o facilidades para emprender? o ¿Por qué no hacer consultas virtuales directas a la polis – como lo contemplan algunas constituciones – obviando las opiniones de que sean engorrosas y lentas?
Sabemos que a los políticos les encanta dedicar tiempo y recursos a determinar el número de representantes que se debe tener en el senado y la cámara de diputados o de representantes en los consejos o en diversas comisiones, o en diferentes instituciones públicas y en una larga lista de organismos burocráticos, donde se supone que deben llegar las personas mejor preparadas.
También sabemos que desde hace más de 20 años las personas nos comunicamos en forma visual con otras que están ubicadas a miles de kilómetros de distancia y que es posible que decenas de personas lo puedan hacer en forma simultánea sin moverse de su lugar habitual de trabajo. No necesitan viajar, tienen los antecedentes a mano, no importa el huso horario, se ven las caras, los gestos, pueden actuar con moderación o llegar a alterarse, pero con la gracia que los que están a distancia no se “podrán ir a las manos”.
4.- Inquisitiva e incitación a la innovación “polística” nacional y local. Si estos avances e innovaciones son reales, y lo están siendo cada día más habituales, por los que las personas pueden comunicarse e interactuar ya a grandes distancias (mucho mayores que la existente entre Arica y Puerto Williams) podríamos imaginar un cuerpo legislativo único con miles de representantes (lo que a primeras y con viejas visiones quizás asusta de solo leerlo) que no tuvieran que movilizarse fuera de sus territorios, que podrían discutir y votar las veces que quisieran y cuyas rentas serían bastante más bajas que las actuales, porque sus costos lo serían y porque más personas estarían representando a los electores, con un cambio fundamental a los procesos que hemos visto por siglos de algunos grupos políticos que eligen no siempre a los mejores candidatos, sino que a los más cercanos o más amigos.
5.- Finalmente: sin quedarse con estos ejemplos, pues seguirán llegando otros, ¿Por qué no puede haber más uso de congresos múltiples, foros permanentes, consultas y propuestas en ciertas materias como lo permiten los chats, los whatsapps, etc. y otras herramientas y plataformas modernas donde cada ciudadano y sectores sociales y económicos puede incluso ser su propio representante? Es decir es una nueva forma a la vez simplificada de una “polística” con base tecnológica moderna e inteligente que emerge y de la cual nuestra realidad aún no da cuenta y por eso todavía se marcha y remarcha por las calles cada día. Lo mismo podría hacerse para la modernización del poder ejecutivo y judicial y avanzar hacia un “nuevo estado moderno de calidad” para la gobernanza nacional del Siglo XXI.
Desde luego, que estas innovaciones, que favorecen también la economía privada y pública, no serán de una día para otro – pero ya están en marcha – tomarán tiempo, pero al hacerlos serían avances importantes en el campo político y social que incluso se podrían “vender o franquiciar” en el mundo (como se ha hecho con otras modernizaciones del estado) y al mismo tiempo mostraría que somos mejores y más democráticos que todos los que nos han gobernado desde la independencia, pocos meses antes de cumplir los doscientos años de existencia como polis republicana.