Por Juan Francisco Ortún Quijada
Académico de la Escuela de Comunicaciones, U.Central
“Esto comienza señores, esto va a comenzar”. Esta frase pertenece a uno de los más grandes relatores que ha tenido la radiotelefonía chilena: Carlos González Márquez. Profesor, periodista, abogado y senador de la República, quien en cada ocasión en que le tocaba transmitir alguna justa deportiva, la utilizaba como el cliché que hasta hoy se recuerda.
A sólo horas de que comiencen los Juegos Panamericanos e inmediatamente después, los Parapanamericanos, bien podríamos aludir a la famosa alocución del multifácetico González Márquez.
Efectivamente, esto va a comenzar, pero lamentablemente no con la participación de todas las estrellas del deporte que se anunciaron desde los comienzos de los preparativos. El tenista Cristián Garín no estará presente, pues privilegió la planificación de los que resta del año con la mirada puesta en el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada 2024. A él, se suma la baja de la raqueta número uno de nuestro país, Nicolás Jarry, ya que sus compromisos del calendario actual se lo impiden.
Qué gran diferencia con la otrora dupla de González y Massú, quienes sí tenían el emblema nacional tatuado a fuego en la piel. Entiendo que en la vida hay que optar y las decisiones son respetables, pero cuando el país deportivo está ávido y pendiente de sus figuras en una cita tan importante como esta, bien vale la pena hacer un esfuerzo y poder vestir la tricota con orgullo, incluso más allá de los resultados que podrían ser adversos.
Pero lamentablemente no son los únicos que estarán ausentes, ya que sobre el levantador de pesas Arley Méndez y el ciclista Felipe Peñaloza, pesa una suspensión provisional obligatoria por presencia de esteroides anabolizantes, sustancias obviamente prohibidas por las agencias internacionales de dopaje.
Los fanáticos del esquí náutico echarán de menos a Felipe Miranda, abanderado de Chile en los últimos panamericanos de Lima, medalla de oro en Guadalajara y presea de Plata en Toronto, quien no alcanzó a clasificar.
En el ámbito internacional, Mijaín López nos privará de ver el ansiado duelo con el chileno Yasmani Acosta, pues el multicampeón olímpico y mundial en la lucha grecorromana no viajará a nuestro país.
Las bajas se suman y Simone Biles, la mejor gimnasta norteamericana de todos los tiempos, aquella que, a los más veteranos, nos hace recordar a la rumana Nadia Comaneci, decidió abstenerse de viajar a nuestro país y dedicarse a preparar los Juegos Olímpicos de París 2024.
Independientemente de los deportistas que no estarán por las diversas razones expuestas, estos juegos son muy importantes para nuestro país, tanto a nivel organizativo como deportivo; es una gran prueba de fuego que, en su tercer intento, nuestro país debe saber responder, pues los ojos del mundo entero van a estar puestos, durante este tiempo, en las diversas disciplinas que lo componen.Que se inicie la fiesta; que vuelen las palomas; que brillen las medallas, porque como diría desde el firmamento el maestro Carlos González Márquez: “Esto comienza, señores”