Por Constanza Hube
Investigadora Programa Legislativo Libertad y Desarrollo
Transcurridos los primeros seis meses del gobierno, es posible hacer un balance de la conducción política que ha tenido la nueva administración. Si hay algo que ha llamado la atención durante estos meses es la capacidad que ha tenido el Gobierno para bajar la tensión de ciertos proyectos que, aunque populares en un principio, han tenido un fuerte rechazo en la ciudadanía (reforma tributaria y reforma educacional) y también para desviar la atención de hechos coyunturales que pueden resultar negativos desde un punto de vista comunicacional.
Un claro ejemplo de lo anterior fue lo ocurrido en plena tramitación de la reforma tributaria. Mientras las encuestas mostraban un rechazo importante a la propuesta y la preocupación de la ciudadanía sobre las consecuencias de esta reforma (efecto sobre la clase media, empleo y crecimiento económico), el Gobierno decidió enviar el proyecto que busca reformar el sistema binominal. Esta fue la primera cortina de humo que el Ejecutivo puso en marcha para desviar la atención frente a la baja popularidad de uno de los ejes del programa de gobierno. En efecto, la reforma al sistema electoral binominal no estaba contemplada en las 56 medidas que comprometió la Presidenta Bachelet para los primeros 100 días de su mandato.
Sin embargo, la popularidad del Ejecutivo y la necesidad de poner paños fríos a la discusión tributaria claramente influyeron en la decisión de adelantar la presentación del proyecto de reforma al binominal. Tanto se aceleró el ingreso de este proyecto, que incluso la propuesta original se presentó con errores formales graves, como fue la exclusión del redistritaje a la comuna de Alto Bíobio.
Un segundo ejemplo -mucho más reciente- fue lo ocurrido días después del grave ataque al metro. En el momento en que se cuestionaba la posición de La Moneda de descartar a todo evento la aplicación de la Ley Antiterrorista a ciertos episodios de violencia ocurridos en La Araucanía y la poca prioridad que el Ejecutivo le ha dado a materias de seguridad, se anuncia por parte del Gobierno la posible derogación de la Ley de Amnistía.
Estos hechos son preocupantes y representan una muy mala señal porque dejan en evidencia problemas graves de liderazgo en temas tan importantes como seguridad pública y crecimiento económico. Por otro lado, si bien hasta el momento pareciera que desde un punto de vista político estas cortinas de humo han cumplido su objetivo de desviar la atención sobre temas complejos, es claro que no es una fórmula que sea perdurable en el tiempo. Quizás este es el momento en que La Moneda debe realizar una fuerte autocrítica y reordenar sus prioridades hacia a aquello que de verdad le preocupa a las familias chilenas, como es la seguridad, el empleo y la educación de sus hijos.
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