La DC: ¿una apuesta fallida?

Publicado por Equipo GV 3 Min de lectura

Por Dr. Rodrigo España Ruiz
Director Escuela de Ciencia Política Universidad Central de Chile


Rodrigo España fotoCuando la DC tomo la decisión de no participar en las primarias de la Nueva Mayoría y, por tanto, presentar una candidatura presidencial alternativa junto con una lista parlamentaria implicó un quiebre de facto de la coalición de centro-izquierda. El partido justificó dicha opción argumentando la necesidad de recuperar los valores e identidad del partido y llamar la atención sobre la izquierdización de la Nueva Mayoría. El problema es que esta decisión suponía que sus niveles de representación en el Congreso no experimentarían una merma significativa y que la candidata presidencial podría estar en la segunda vuelta o, en el peor de los casos, llegar en el tercer lugar de la carrera por La Moneda.

 

La mayoría de los pronósticos electorales señalan que, en el más optimista de los escenarios, la DC obtendrá 20 diputados y cuatro senadores. Ello representaría una disminución de su poder dentro del Congreso, pero seguirá siendo un partido relevante para inclinar la balanza en favor o en contra de la aprobación de determinadas iniciativas en el parlamento. En cuanto a las presidenciales, también existe consenso -entre los analistas y las encuestas- de que Goic no estará en la segunda vuelta e, incluso, que no llegará siquiera al tercer lugar, sino que más bien disputará la cuarta posición. Aquello generaría un brecha significativa entre la votación que obtenga el partido a nivel nacional y la que logre su candidata, constituyendo esta aventura presidencial en un fracaso.

 

El lunes 20 de noviembre, la DC tendrá que definir su rol en la segunda vuelta y su participación en un eventual gobierno de Guillier. Esto implicaría apostar por la reconstrucción de una coalición política capaz de proyectarse más allá de diciembre, donde se generen fórmulas de entendimiento y coexistencia entre partidos tan diversos como la DC y el PC. Esta no es una tarea fácil, teniendo en consideración la relación de dichos partidos durante el gobierno de Bachelet.

 

En el caso de que Guillier pierda el desafío, sería aún más grande para este nuevo referente político porque debiera ser capaz de mantenerse unido siendo oposición. En este contexto, la tensión en la DC sería aún mayor y no es tan evidente que se siga definiendo dentro de la centro-izquierda. Aquello dependerá, en gran medida, de qué tan fortalecidos salgan los sectores más progresistas o conservadores de la DC en las elecciones parlamentarias.

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