Por Antonio Horvath Kiss
Senador por Aysén
A escasos días de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, poco a poco, y no con menos dificultad, se han ido conociendo los programas de los candidatos y las diferencias que hay entre ellos como para poder elegir sabiamente. Del mismo modo, este escenario se repite en cada una de las regiones de nuestro país, donde las alternativas para sortear obstáculos y a veces descalificaciones personales más bien enredan que mejoran la situación, pero también sirven para demostrar la capacidad de los postulantes para superar esa instancia y no complicarse en exceso.
Entretanto, por estos días en el Congreso Nacional se ha ido procesando la tramitación del Presupuesto 2018; han quedado postergadas algunas decisiones parlamentarias que, en rigor, dependen más del Ejecutivo, como es el caso de disponer en las regiones de un fondo equivalente al invertido para el desarrollo del metro, así como la idea de dotar a las regiones de un subsidio para transporte en beneficio de la tercera edad, y no solo en Santiago. En este sentido se ha propuesto un calendario por localidades y regiones.
Durante la discusión de la Ley de Presupuesto hemos presentado numerosas indicaciones en materia de obras públicas, transportes y también en un área que es muy sensible, como son las áreas silvestres protegidas por el Estado, las que desde luego requieren mayor presupuesto, sobre todo considerando que se les ha agregado la Red de Parques de la Patagonia; y otras actividades como la forestación.
Es lamentable que este aspecto aún no haya sido destacado como compromiso en las distintas campañas presidenciales. Dentro de sus complejos procesos ambientales Chile tiene la erosión y la desertificación, agravadas por efecto del cambio climático. Como hemos sostenido, el país está en la obligación de forestar de manera gradual al menos cinco millones hectáreas. En esta materia, nuestras atribuciones parlamentarias se han encaminado hacia el propósito de obtener la respectiva información, el acceso a distintos fondos públicos, privados e internacionales con cargo al Acuerdo de París, siendo uno de sus fines resolver este importante tema.
Estas son fórmulas concretas que dan empleabilidad digna a todas las personas mediante el funcionamiento de viveros en cada comuna de Chile, adaptados a especies nativas; aún es tiempo para hacer un llamado de atención en el sentido de que junto con el proceso de descentralización haya mayor autonomía para que las propias regiones y comunas puedan decidir por sí mismas en esta importante materia.
Que haya caído HidroAysén abre un marco de nuevas posibilidades a nivel regional, al que desde ya invitamos a todos los candidatos y candidatas para hacerse cargo de este enorme y precioso desafío.