Por Pablo Varas
Escritor
Tarea para la casa….
Necesitamos saber el día y la hora en que el actual diputado Fuentes, elegido parlamentario con dineros de las empresas pesqueras, asesorado y guiado por su mecenas/gurú Patricio Walker, se pasó para el otro lado, eso. para el otro lado y de frentón..
Qué dijo ese día el calendario cuando abandonó su parka azul de egresado de cuarto medio en un liceo municipal allá en el sur. Un nuevo look, una nueva vestimenta con mejor caída de hombros tiene Hugo Boss.
Nunca pensó en llegar a ser parte de uno de los poderes más corruptos y podridos de la república, el que menor credibilidad tiene entre los chilenos. Desabrido hasta en los sobrenombres. Caninos de pulgas flacas. Pasó por el parlamento un diputado de la derecha que cambió su apellido que tenía origen mapuche. Decía que él era más blanco así qué por eso fue.
Qué lejos y abandonados están esos tiempos de la colación barata en mesa chica del restaurant de la viuda Montiel, donde solo caben cuatro hambrientos, cuatro marraquetas asustadas y cuatro vasos/cañas a medio lavar. Eso es ya historia. Pasado también es para Fuentes los que se quedaron en Aisén dando la misma batalla todos los días, esperando que el progreso o alguna noticia llegue por el correo ordinario, o se levante para cobrar las deudas atrasadas en la noche de San Juan.
La batalla de Aisén marca un hito en el combativo ejercicio de las organizaciones sociales por la dignidad. También está en la memoria Freirina. El listado de necesidad viene de largos años postergados, a esos lugares todo llega atrasado y tarde. Las sandías se venden por kilos, los jóvenes deben cambiar de región para ingresar a la universidad, pocos colegios técnicos, pésima infraestructura, un país casi de los años cincuenta, y algo más y ya estamos según dicen/cuentan en el tercer milenio.
De las zonas pobres sólo se les recuerda/visita de forma más intensa en épocas de elecciones. Las mismas de la campaña interior. Vamos a democratizar el país para hacerlo más moderno, y los ilustrísimos desde sus poltronas sosteniendo el tótem de las empresas pesqueras.
El diputado Fuentes tenía una forma bastante especial para hacer uso de la palabra. Llegó uno diferente al parlamento decían entre los acólitos de San Gabriel. Todos le entendemos y le encontramos razón. Sencillito, casi discreto entre esos enormes iluminados que transitan por los pasillos del Congreso, vociferadores del humo, patanes y pelafustanes, buscando una cámara para decir nada y mostrar el ombligo. Hablaba que todos deberíamos querer a la patria y querernos entre nosotros, que teníamos que sacarle las gafas de sol al corazón cuando se viera a un pobre…todo lindo.
El abrazo del oso existe. Anda siempre al lado buscando su presa/voto y Fuentes lo fue para Patricio Walker, senador demócrata cristiano que votó en contra de un derecho fundamental para las mujeres, la despenalización del aborto en tres causales. Utilizó a una parte de sus votantes para que de forma egoísta y sin alturas de miras se las condene a llevar una vida triste, lejanas de la justa felicidad que es determinante para todos. Patricio Walker abrazó a Fuentes y este se entregó, no resistió la tentación del beso, hablo del de Judas. Las palabras bonitas, hablarle del reconocimiento que le llegaría cuando estuviera a las puertas del cielo, aunque ya está condenado a golpear las del lado… algo más calientes.
El parlamento en su historia ha tenido de todos los colores, tantas ropas, tantos cantos, diversas vestimentas, las más variadas consignas. Muchos han cambiado de bando y otros trabajaron para que su funeral no sea tan escuálido y la foto en el diario del pueblo no sea comentario/pelambre/risa a la hora del vermouth. Lejos está Fuentes de Palestro o Laura Allende, o de Fidel Espinoza que fue fusilado como otros, Carlos Lorca detenido desaparecido. Tantos que fueron vistos en la calle denunciando a los chupasangres, o pidiendo que muera el chancho burgués… los tiempos cambian.
Mal alumno salió este diputado para representar y pedir respuestas/entregar a las necesidades. Salió si buen alumno para llevar su maño rapiñera a golpear las puertas de las empresas pesqueras. Bajó a la miserable altura de la presidenta Jacqueline VR de la UDI, y compartir ese lugar habla mal de él, lo que es poco decir. La presidenta de la UDI, senadora corrupta estaba hermanada a Fuentes. El dinero de las grandes empresas pesqueras tarda muy poco para llegar a su destino, sencillamente llega, y luego todo queda entre la niebla como si de un correo electrónico se tratara.
Corrupto, un traidor, un mercachifle y pordiosero, un vendido y un pelagatos, finalmente un demócrata cristiano. Pero el ejercicio de la política, nos interese o no es asunto delicado y tanto así, que no se le puede entregar a cualquiera que mira la llegada de la tarde con la esperanza que esa noche llueva para darle algún sentido a la vida a la mañana siguiente.
Lo sucedido con Fuentes y también con otros es la foto del país real. La lista de embetunados/empapelados con billetes es larga, y todos sin escrúpulos, una cáfila de carroñeros.
Pero no todo está perdido, no todo es noche oscura como en un bosque de la China. Los ladrones no pueden habitar/vivir/aprovechar/usurpar el Congreso Nacional. El voto no está entre los asuntos más reputados, pero algo es algo. Si las elecciones cambiaran realmente las cosas hace tiempo que estaría prohibidas, como dice la canción de un cantante francés.
Hablar de lecciones aprendidas el bronce ya está muy gastado, mucho, en realidad en extremo. Se sabe que los tiempos no son los mejores y vendrán también más delicados y complejos. Es la hora entonces de tomarse el parlamento, por algo hay que empezar. Voces nuevas, rostros más creativos y con menos alcanfor y naftalina en la sala. Camisas de colores y sin corbata, pero también con más ética, qué fea es la gomina. Hay que bajar los niveles de soberbia. La patria lleva más de doscientos años y también carga con su memoria. Chile es una república y laica y apura la necesidad de cambiarla. Se debe cuidar de los fundamentalismos/talibanismo de todas las calañas. Todo tiene su punto de partida y su hora. Llegó el tiempo de llevarlos al borde del acantilado a esos como Fuentes, como Walker, y tantos otros que ni siquiera se alumbran solos, diputadillos que ni sombra reparten.
Debe saber el diputado Fuentes, que todavía existe el restaurant de la viuda Montiel allá en Aisén, y lo esperan para que vaya a contar como conoció el dinero que lo compró, y que lo dejó como flor de plástico china.