La UDI… El brazo armado de la Iglesia

Publicado por Equipo GV 8 Min de lectura

Se han conjurado para defender sus intereses, sus principios y sus dogmas. A los dos les gusta el dinero, asunto por el cual no dudan en dejar la piel. Sienten una notable preocupación por los bancos y financieras. Algunos rezan para que suban las acciones, otros hace tiempo que se lanzaron al abrazo fuerte y en adoración del actual modelo, del cual dicen que es sencillamente obra de Dios.

“DIOS PROVEERA”, dice una frase que forma parte del léxico que desde el pulpito de manera insistente, se lanza con sonido más fuerte que el de cien martillos. Pero, por si acaso, sus representantes ensotanados en la tierra especulan con uno de los derechos fundamentales del hombre….la educación.

En los tiempos actuales donde los asuntos para una reforma educativa todos quieren ser primeros actores, encontramos antecedentes que permiten entender la ira del cardenal Ezzati, no queda ninguna duda que existen sobradas razones y antecedentes para sentir ese tufillo que nace de la defensa del lucro.

La Iglesia Católica es el más importante cartel entre los sostenedores privados. El año 2013 el Estado depositó en sus bancos $ 109.673 millones de pesos, cifra que en su interior tienen $ 14.867 por subvención SEP, recursos destinados para aportar a los escolares vulnerables, en total en la región metropolitana, educan en sus colegios a 159.000 alumnos. El sonido de las monedas que tan bien describe el Arcipreste de Hita, queda aquí reflejado.

Al cardenal Ezzati le gusta el lucro, el copago y la selección de alumnos, eso no tiene nada nuevo, si el cardenal fuera consecuente andaría vestido de franciscano, pero no es así. El cartel de la Iglesia se atrinchera junto a otros sostenedores católicos y convoca a otros emprendedores católicos para defenderse de lo que ellos dicen que se está preparando una especie de puñalada a la libertad de la enseñanza.

Hay que dejar constancia que existen algunas congregaciones dedicadas a la enseñanza y que hacen existir colegios bajo forma de fundaciones que se declaran sin fines de lucro, y que hacen muchos esfuerzos para no parecerse, ni que se les compare con los pretorianos del cardenal Ezzati.

La base de datos del año 2013 del Mineduc en la Región Metropolitana existen 2.076 colegios que reciben recursos estatales, 190 establecimientos, que representan la no menor cifra del 9.1%, están relacionados con una congregación, un obispado o una obra apostólica de laicos que se declaran parientes cercanos de una orden religiosa o de una diócesis.

“El copago nació buscando una democratización de la educación, buscando que los papás que educaban a sus hijos en colegio pagado y que no podían hacer, lo pudieran hacer de manera más participativa y con mayor facilidad y eso ha sido un beneficio social muy grande, especialmente, para la clase media” (1)

Se hace necesario hacer público y dejar constancia del promedio mensual de copago, la UDI manifiesta que las cifras bordean alrededor entre $ 15.000 y $ 20.000, pero la verdad es distinta: Colegio Inmaculada Concepción $ 74.880, Colegio Particular Corazón de María de San Miguel $ 74.600, Colegio Madre de la Divina providencia $ 71.322.

Nadie duda que la educación no solo constituye un derecho, sino que es uno de los pilares indispensable en la sobrevida de un país, del futuro de la patria. Está demostrado que los países que compran ciencia y tecnología serán siempre pobres, y hay más pobres aún, como los que compran ropa interior usada, de segunda mano en las ferias libres de esta angosta faja de tierra.

La desigualdad se refleja y se reproduce. Los jóvenes que van a la educación pobre, municipal, los que no llegan a terminar la obligatoria educación media, son la mano de obra barata que necesita el modelo, por esos que la UDI rompe todas sus lanzas y que denomina clase media, la que según ellos pueden comprar casas de hasta 4.000 UF. Basta preguntarse porque en el campo no hay colegios particulares, sencillamente porque no son buen negocio, entonces la alternativa es la educación municipal que dada lo precario del modelo, hace que se perpetúe la desigualdad..

Ezzati y su brazo armado, la UDI….no dice nada, guardan silencio como si de un estado de confesión se tratara….

Los resultados de la PSU 2013 dejó en evidencia la enorme desigualdad, que ya podría decirse con rasgos de criminalidad por sus consecuencias. El 80% de los mejores colegios según puntaje promedio, pertenecen a Las Condes, Viña del Mar, Vitacura, todos son particulares pagados y en su gran mayoría son propiedad de Holding Educacionales donde la mensualidad promedio es de $ 300.000 y donde el pago por incorporación se acerca a los $ 2.000.000.

No quedan dudas de la cristiana visión del proceso educativo que tiene el mandamás del cartel. “El hecho educativo es un hecho de confianza entre el alumno y el educador, entre el padre de familia y el proyecto educativo que ofrece el educador, y naturalmente la confianza supone conocimiento. El hecho de que se diga que no tiene que haber selección, creo que está equivocado. Tiene que haber una selección positiva en este sentido” cardenal Ezzati.

La UDI defiende la selección, eso está en su ADN, se siente cómoda en un país desigual. Un niño para entrar a Kinder, debe llegar con su certificado de bautizo y el de matrimonio de sus padres, no hay espacio para un hijo de separado o divorciado. Combate cualquier intento que signifique sentar las bases de un tipo de sociedad más justa y solidaria, y no se habla ni de dictadura del proletariado ni mucho menos.

Esconden la cabeza bajo sotana cuando escuchan eso de “multiplicar los panes y los peces”, sencillamente porque ellos les gustaría tenerlos en sus supermercados envasados para que sean pagados…… con tarjetas del retail.

Y como si fuera poco, la UDI y Ezzati se lanzan en una campaña para condenar a las mujeres, se resisten a despenalización del aborto en tres causales bien concretas. No logran entender que la mujer tiene derechos fundamentales y que es justamente en los sectores más vulnerables, donde se hace más patente esta realidad sobre la que hay que legislar. A la UDI y a Ezzati no le gusta el condón, ni la educación sobre lo magnifico que es una sexualidad responsable.

Por Pablo Varas

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1 Comment
  • Estoy de acuerdo con el autor de este artículo en el sentido que la UDI es el brazo armado de la Iglesia, que en realidad lo es de cualquier tipo de institución que busque conservar este estatus dominante. Ocurre que la violencia, el autoritarismo, el cinismo y la hipocresía, la falta de escrúpulos y de valores democráticos de sus dirigentes, de sus simpatizantes y militantes los lleva a colocarse del lado de un fundamentalismo tal que son capaces incluso de justificar la masiva violación de los derechos humanos para al mismo tiempo creerse los defensores del derecho a la vida de las personas.

    En esas circunstancias, tenemos que cuidarnos de este tipo de organizaciones políticas, de la manera en que las catalogamos; lo digo porque me parece un tremendo error conceptual del autor decir que “nadie duda que la educación no solo constituye un derecho, sino que es uno de los pilares indispensable en la sobrevida de un país, del futuro de la Patria”. De hecho, es una falacia porque la UDI no acepta el sistema educativo en esos términos. No lo hace porque sus dirigentes creen y defienden la educación como un bien de consumo, a la que por supuesto solo tienen derecho a acceder los que puedan pagar por ésta. Es la ideología que los asiste y que se basa en la lógica del libertinaje de los mercados. Por lo mismo, Ezzati y la UDI no dicen nada y guardan silencio absoluto frente a cada abuso que todo el tiempo se comete contra nuestros jóvenes estudiantes, contra sus familias y contra todos aquellos que intentamos vivir de un salario.

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