Los beneficios y ventajas de saber más de un idioma

Publicado por Equipo GV 7 Min de lectura

Por Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl

Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)

 

“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” (Ludwig Wittgenstein, filósofo, matemático y lingüista austríaco)

 

Franco LotitoDe acuerdo con los investigadores Mónica Vélez, Bernardo Riffo y Beatriz Arancibia de la Universidad de Concepción, los estudios acerca del “envejecimiento cognitivo” y los efectos que éste tiene sobre los procesos de comprensión y producción del lenguaje se han constituido en las últimas décadas en un tópico de investigación de alto interés. Esto se explica por la trascendencia que pueden tener estos estudios desde la perspectiva social y demográfica, por cuanto, a raíz de que “los promedios de vida se han incrementado en la última década y el porcentaje de gente que vive más allá de los 60 años” sigue creciendo de manera notable, el hecho de poder trazar de manera clara y nítida las diferencias entre el envejecimiento cognitivo normal y el patológico, así como también comprender la naturaleza y extensión del deterioro que la vejez puede causar en el lenguaje y en el plano cognitivo, se convierte en un tema crítico, con la finalidad de poder ayudar a minimizar los efectos del deterioro cerebral en las personas.

Una respuesta que adopta un “carácter preventivo” a esta condición de deterioro cerebral la entregó un estudio realizado por la Dra. Gitit Kavé, neuropsicóloga del Instituto Herzog, y su equipo de investigadores, donde se detectó que los niños que hablan un segundo idioma tienen una serie de ventajas en la vejez, en comparación con aquellos otros niños que sólo hablan la lengua materna. Así lo determinó esta investigación realizada en la Universidad de Tel Aviv, Israel.

El equipo de investigadores dirigido por la Dra. Kavé descubrió que conocer y hablar más de un idioma tiene el poder de proteger al cerebro contra los efectos del envejecimiento y del deterioro cognitivo. Este estudio se basó en una encuesta aplicada a cientos de personas de edades que fluctuaban entre los 75 y los 95 años. A cada persona se le preguntó cuántos idiomas hablaba, además de la lengua materna.

Una vez recabada la información, los investigadores compararon hablantes bilingües, trilingües, multilingües y monolingües. Finalmente, los resultados sacaron a la luz –de manera concluyente– que mientras más idiomas hablaba una persona, mejor era su estado cognitivo y salud mental. Una de las explicaciones, es que “el manejo de los idiomas crea nuevas conexiones y redes neuronales en el cerebro”, contribuyendo a este efecto de reforzamiento cerebral.

Las conclusiones de este estudio apoyaron completamente los resultados de investigaciones anteriores que aseguraban que “entre mayor era el nivel educacional que alcanzaba una determinada persona, tanto mejor funcionamiento tenía el cerebro durante la vejez”, agregando que el número de idiomas que habla una persona puede ser de gran utilidad como método predictivo para conocer el nivel de aptitud cerebral que tendrá el sujeto en el futuro.

De acuerdo con los datos suministrados por esta investigación, el acto de aprender un nuevo idioma aporta grandes beneficios a las personas, principalmente para los niños, por cuanto, evita ya desde la infancia la posibilidad de una decadencia mental propia del envejecimiento.

Otro estudio demostró que el bilingüismo –incluso cuando se practica en la edad adulta–  beneficia de manera clara al cerebro durante el envejecimiento. El hecho de “obligar al cerebro a una atención constante para diferenciar entre un idioma u otro, tiene beneficios de largo plazo”, tal como lo sostiene el profesor Thomas Bak del centro de Envejecimiento y Epidemiología Cognitivos de la Universidad de Edimburgo, Escocia, autor del estudio publicado en la revista médica Anales de Neurología (Annals of Neurology, en inglés).

De acuerdo con lo que sostiene el Dr. Bak, el hecho de aprender un segundo idioma implica aprender unos sonidos,  un vocabulario y una semántica distinta, lo que de por sí sería beneficioso para el cerebro, aunque se aprenda un solo idioma adicional.

El mismo resultado  obtuvo la Dra. Viorica Marian y Anthony Shook en un estudio que ellos titularon “Los beneficios cognitivos de ser bilingües”, donde se demostró que esta “condición de bilingüismo” afecta positivamente las habilidades cognitivas de las personas.

A tal punto se han visto los beneficios de este tipo de aprendizaje, que se ha puesto en marcha un nuevo estudio para determinar si el hecho de aprender un idioma más complejo –como el árabe o el chino, por ejemplo– trae consigo aún más beneficios.

Por otra parte, también se estableció que el aprendizaje de dos lenguas al mismo tiempo, no representa ningún tipo de contaminación lingüística ni retraso en el proceso de aprendizaje de las personas.

Y tal como aseguraba Flora Lewis, periodista y primera mujer corresponsal del diario Washington Post en el extranjero: “Aprender otro idioma no es sólo aprender diferentes palabras para las mismas cosas, sino aprender otra manera de pensar las cosas”.

Digamos, finalmente, que todos los expertos coinciden al afirmar que es mucho mejor “el aprendizaje precoz”, es decir, hablar a los niños en ambos idiomas al mismo tiempo y “desde su nacimiento”, por cuanto, ello les permite a los infantes el dominio completo y total de ambos idiomas, al contrario de lo que acontece, si a los niños se les enseña la segunda lengua a partir de los tres años de edad. Los resultados son, incluso, menos satisfactorios, si la enseñanza de un segundo idioma comienza en los menores a una edad más avanzada.

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