NUEVO PAROXISMO PELOTERO

Publicado por Equipo GV 12 Min de lectura

Por Arturo Jaque Rojas

futbol_peloteros¿Puede ser que la sociedad chilena, se haya transmutado en una caverna de profundidad insondable?; ¿una caverna donde  la  única ley que rige  es el sobrecogimiento, el miedo, el servilismo y la abyección, el furor, el consumismo, el materialismo, el sobreendeudamiento, el frenesí, el olvido de  nuestro origen  mestizo y  la amnesia de la memoria y el chauvinismo, todo lo cual se cristaliza en  la proyección de sombras que la conciencia alienada ha convertido en realidad?

¿Quiénes proyectan la fantasmagoría  sobre una gigantesca y aterradora  pantalla inteligente- todo es “Smart” menos el usuario-, mientras  los telespectadores se solazan ante  los programas que les  obligan a ver o que  ven por “decisión propia” cuando  se trata de fútbol?   Después de la victoria de Chile sobre  Brasil,  queda  la sensación de que algo definitivo y crucial se ha conquistado en una materia que afecta a la ciudadanía.

  ¿Me pregunto cuál es la ganancia monda y lironda para  el ciudadano de a pie?
 De suyo, pareciera ser que ninguna concreta: no hay incremento de sueldo, ni mejora de pensiones, ni  en la atención de salud,  ni de  resultados de educación; en definitiva, nada de nada. Como consecuencia indefectible, la gente que concurre a los estadios se va tan pobre como llegó, en lo económico y en lo intelectual.
Alguien cínico- o lógico en otro sentido- podría decir que quienes  concurren a un coliseo deportivo,  no lo hacen  buscando una mejora sustantiva en  condición y su calidad de  vida; sino para darse una alegría.  O los más ilustrados: que Galeno y  Camus eran amantes del “deporte rey”.          Pero el quid de la cuestión es  que la alegría es pasajera, superficial e intrascendente; que los millones  se los llevan los canales, los auspiciadores y los  jugadores, amén del cuerpo técnico, sin mencionar   a otras empresas que tengan participación en la  torta,  como el siniestro CDF que funciona como una perfecta mafia.     Y que sirve de caldo de cultivo y de pábulo  para que  periodistas de dudosa calidad intelectual,  se enfrasquen en peliagudos y sesudos  análisis sobre la selección, su historia y  hasta los detalles personales de “la vida de nuestros guerreros”.

Es  de sentido común preguntarse si ¿acaso se requiere que la masa acrítica  tenga un mecanismo de catarsis de vez  en cuando para  canalizar la energía, que  no es capaz de encauzar a su liberación social y nacional?     Ejemplo palmario del mecanismo de catarsis, es que: Hace  poco vivimos una vez más, la  “celebración del 18 y 19 de septiembre”, siendo que Perico de Los Palotes no tiene  ni idea del fondo; pero sí ve en ello  un pretexto de poca monta para emborracharse y comer  a destajo, sin importarle  un comino el peso de las cadenas que arrastra, y menos el curso de la historia para  nuestro país.     Ergo, se produce un encadenamiento de  hitos, fechas, eventos, celebraciones que, a todas luces, diseña  los contornos de la dominación y el aplastamiento de la conciencia y el espíritu.

Entonces, ¿qué importancia puede tener que Chile haya logrado una victoria después de quince  años o más frente al pentacampeón- y no me refiero a la Udi en esta ocasión-, si llevamos 27 años de funcionamiento y gobierno del híbrido que nos heredó Pinochet y Guzmán, y que sus padres putativos se encargaron  de educar y formar muy bien?
Los años de dictadura fascista, los de concertación  y de la nueva mayoría, han surtido un efecto de  domesticación y desesperanza en el pueblo chileno, salvo en  cuanto a consumir  con desmesura, que  no quiere  o no puede   pugnar por lo que es suyo, por lo que debe-debemos-recuperar; por último, por  recuperar la dignidad, que no se compra a crédito, ni como avance, ni en el retail, aunque seamos derrotados.
Y surge una  nueva cuestión: ¿Dónde se gesta y se  cristaliza el interés de  potenciar  este  tipo de entretenimiento colectivo, para  mantener  a los pueblos sujetos frente a una pantalla?
Se comunicaba en un medio que el punto más alto de audiencia fue de  58%; lo cual  significa que  casi seis millones de consumidores-clientes estaban pegados  a la caja mágica; huelga decir que lo son sólo para el fútbol.     Se trata de  “ultranacionalistas” que adoran su bandera y que  se visten de camisetas compradas a precios altos sino onerosos, fabricadas en el extranjero, y con el  patrocinio de trasnacionales que usan el trabajo infantil de carácter  esclavo.  Y vuelvo a inquirir acerca de qué sucedería si tal cantidad de  ilotas, y tal potencial de cambio social radical se  articulara y se pusiera en movimiento para luchar y asaltar, libertariamente, los bastiones y los palacetes  desde donde  se maneja, regula y dosifica la pantomima grotesca que  impera en  el reino de jauja  del neoliberalismo, o, dicho de otra forma, Chile.
Asevero que hay poderes entre bastidores, entre telones que se interesan sobremanera  para que no  surja  ni un  atisbo remoto, menos un fuego libertario de  pensamiento crítico de parte  del ciudadano promedio.    Por el contrario, lo quieren absolutamente evadido y neutralizado, sin voluntad alguna de lucha.  Desde  la fementida Nueva Mayoría,  pasando por el perro faldero del PC, hasta  Chile  vamos o algo así, están concertados para  preservar y perpetuar el andamiaje y el subterráneo del orden establecido a partir de  1973.    Y que no trepidarán, en impedir o abortar cualquier pronunciamiento  genuino del  soberano, que amenace sus prebendas, sinecuras y granjerías, las mismas que despreciara para la posteridad el presidente Allende, en su discurso postrero.

Así, mientras los rostros y los pechos ordinarios- yo soy del pueblo- se  hinchan de exultación por  haber  derrotado a Brasil,  los empresarios de “izquierda y derecha”, moros y cristianos, siguen  expoliando nuestras riquezas  y recursos naturales.

 Por  cierto que,  además, nuestro país sigue siendo sometido, sangrado y vapuleado, bajo la lógica de la  hegemonía y control del imperialismo  estadounidense  mediante tratados  de génesis  trucha, que  sólo son serviciales a los  fines de las grandes corporaciones y multinacionales que estrangulan más y más, y acaban con el remanente de independencia y  autonomía  que subsiste.

Ad-portas del enfrentamiento contra Perú, hubo  más de algún cretino que regurgitó y disparó por doquier su vómito del nacionalismo trasnochado, que data de hace más de un siglo;  y que en boca de zutano o merengano se traduce en una serie de prejuicios, estereotipos, clichés, racismo a propósito y en detrimento del pueblo peruano.       Para restañar una herida abierta, sin embargo, jamás  podría esperarse  un gesto de hermandad como sería la restitución del monitor Huáscar, dado que  la clase dominante chilena está  interesada y comprometida  en mantener abismos  artificiales entre ambos pueblos;  más allá de reconocer que la clase dominante de aquel país,  es una oligarquía  gemela de  la que  domina acá, y que ha fomentado la animadversión hacia Chile, por cuanto se  tratan de mantener  divididos a  los pueblos e impedir  la integración bolivariana.
Me  remito a un antiguo texto personal: “Se reeditará el clásico del Pacífico,  con lo cual la idiotez que se ha enseñoreado, seguramente llegará a su culmen, con toda clase de fraseología nacionalista, en este país en el que la población-aseguro; o, al menos sospecho- no sabe o tendría dificultades enormes en definir que es una nación o un estado”.  ¿Y qué vendrá después,  el patrioterismo llevado hasta sus últimas consecuencias?
El chileno promedio, es presa  de la manipulación, víctima de su ignorancia supina y agresiva, con una pobreza de vocabulario que le impide expresar con cierto grado de continuidad y fluidez, todo ello agravado por un nacionalismo que raya en el fanatismo, incendiado con el pasto seco del exitismo futbolero.
Termino con una personal interpretación del mito platónico de la caverna acerca de lo que sucedería si alguien confrontara a la masa sobre el fútbol,  sus alcances  e implicaciones; y sobre la realidad unidimensional, sociopolítica, económica y sobre todo ideológica, cerrada como una totalidad en términos marcusianos, que los amos han construido, implantado y mantenido.
Dentro y en lo profundo de una caverna, se encuentra un grupo de gente; la que, se halla prisionera y cautiva en ella desde siempre; para peor, están encadenados, de suerte que no les es posible mover su cuello con libertad.   Para agravar este panorama de tinieblas, detrás de ellos un fuego- prendido y alimentado quién sabe por quién- proyecta sobre la pared situada por delante: sombras de otras personas, que transitan por un camino ubicado en tal ángulo que, solamente, aquéllas son perceptibles.    Los fantasmales caminantes y sus sombras, se sitúan a espaldas de los engrillados; éstos, que jamás han visto otra realidad, se han convencido por completo: que es la única realidad.
De repente, ocurre que uno de ellos, logra zafarse de estas cadenas; y, progresivamente, comienza una ascensión hacia el mundo exterior, donde podrá descubrir la verdad; así, por ende, ha de descubrir los objetos, los animales, el agua, el cielo, hasta posar su visión en el sol.
Los yacentes en el subterráneo, conversan entre sí, y al escuchar- o creer escuchar- las voces de las sombras: debaten y polemizan acerca de tal tópico; en cambio, el liberto, se encuentra en un pie favorable, para darse cuenta, de que se trata de ilusiones.
Sin embargo, si tiene la peregrina idea de regresar, para emancipar a sus otrora compañeros de cautiverio: es totalmente factible que lo tengan por loco; y que, inclusive, traten de asesinarlo- ya que el vulgo, no ve con buenos ojos que alguien, de buenas a primeras, desintegre sus enclenques y vanas mitologías; pues, prefiere continuar como esclavo de la ignorancia antes de liberarse…
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