Por Alberto Eduardo Núñez Ponce,
Candidato a senador por la Quinta Región.
El “Sistema de Acceso Solidario” debe incluir no solo el financiamiento sustituyendo el CAE en la forma lúcida que propone, sino también el acceso universal sin selección de todos los licenciados de enseñanza media, a las Universidades del Sistema Público, es decir, las universidades públicas o privadas que reciben recursos provenientes de los impuestos de todos los chilenos, porque han cumplido el único requisito de ingreso que está previsto en Chile por la Ley Nº 16.526 de 13/09/1967, suprimiendo la PSU ilegítima. Es la única forma de reducir las desigualdades sociales que ha instalado el Cruch.
En la Reforma de Pensiones, se debe ampliar las opciones para que cada chileno libremente elija el sistema al cual quiere adscribir y donde quiere que sea administrado su dinero, esto es, AFP, pudiendo crearse nuevas por los propios trabajadores, Cajas Paraestatales que contemplen sistema de reparto o de ahorro individual, donde cada afiliado decida a cual sistema va su dinero, y Sistema de Reparto o Solidario, administrado por un Banco de Previsión del Estado que bien puede ser el INP o el Banco del Estado, sin gastos de administración.
Respecto el retiro de un monto de libre disposición, debemos mirar con atención lo que ocurrió en Perú donde se autorizó lo mismo y hoy ya existe el ejército de los arrepentidos, que invirtieron mal sus ahorros en pocos días y hoy se han transformado en un lastre para la sociedad y que obviamente van a sostenerse con pensiones graciables que soportarán todos los peruanos. No creo que necesite el Candidato Piñera medidas populistas para ganar estas elecciones.
Sobre los cambios a la Ley de Pesca. Tengo 18 años de experiencia en el sector de la pesca industrial en aguas internacionales y mi opinión tiene la carga de saber lo que digo. Toda ley es perfectible, pero esta Ley técnicamente es muy buena y no debe el Candidato caer en el populismo de ceder a modificarla solo, porque la demonizó el Oficialismo con un discurso mentiroso. Bastaría con que ahora sí se pongan a trabajar los Consejos de Pesquería previsto en ella para regular la cuota anual de captura que se les permitirá a los licenciatarios y que se les obligue a modificar su sistema de captura de redes de arrastre, prohibidas en todo el mundo civilizado, por el sistema de palangre o anzuelos.
Otra cosa muy diferente es que se debe ampliar en sus regulaciones para permitir que la pesca industrial en aguas internacionales, que realizan actualmente buques de diversas banderas, que en el Atlántico Sur representa una industria de USD 18.000.000.000, pueda ser operada desde puertos chilenos, lo que generará miles de empleos e ingresos sin afectar negativamente en nada la industria nacional.
En seguridad pública se debe restituir a los chilenos el derecho a defenderse, con programas tales como instrucción en defensa personal, en especial a los jóvenes, adolescentes y mujeres. Ello los empoderará mejorando de paso su propia autoestima, reducida por la impunidad del delito.
En materia de salud, debe permitirse la generación de hospitales mutuales, que sea propiedad de los usuarios, donde podrían invertirse los recursos generados por las AFP. Se debe aprovechar la capacidad instalada aumentando la atención médica en horarios dobles.
En las migraciones, debería contemplarse una política de anticipación, estableciendo oficinas migratorias en los Consulados, inicialmente en los países con mayor incidencia para Chile, para regular y condicionar el proceso, en colaboración con los empresarios nacionales creando una bolsa de ofertas laborales, de modo que se evite el aprovechamiento por inescrupulosos y tráfico ilícito que estamos sufriendo.
Se debe contemplar un nuevo sistema de generación de infraestructura, el Sistema de Participación Público Privado, PPP, funciona eficazmente en muchos países, especialmente en Europa, donde las Regiones establecerán sus prioridades y los privados podrán con sus propios recursos realizar las obras transformándose en acreedores del Estado.
Comparto las propuestas de modificación a la Constitución, pero debería también contemplar el plebiscito revocatorio de ley, a solicitud de un 0,5% del electorado, para que sea ser revocada toda ley contraria a los intereses nacionales. Esta propuesta permitiría la legitimación inmediata de toda norma que resulte resistida por sus opositores, contando de esta forma con la ratificación ciudadana que vota negativamente el plebiscito o su revocación si es mayoritariamente resistida. Después de todo la soberanía reside en el pueblo en toda democracia.