Responsabilidad de los padres en los hábitos de higiene dental

Publicado por Equipo GV 5 Min de lectura

Por Dra. Michelle Sauré Roeckel
Académica Odontología
Universidad Andrés Bello Concepción

Los hábitos de higiene en niños/niñas son un proceso que requieren constancia y tiempo. Los padres tienen como meta que algún día sus hijos/hijas tengan iniciativa propia y realicen estas acciones por su cuenta. Está autonomía no nace sola; requiere enseñar, ser modelo y repetir las acciones cuantas veces sea necesaria.

Algunas de las razones que más escucho al realizar la primera consulta de odontopediatría son las siguientes: No deja que lavemos sus dientes, llora al realizarlo, no quiere abrir la boca, realiza arcadas y lo quiere hacer solo. Estas con llevan a un fracaso en asegurar la higiene oral después de las comidas y, la más importante de todas, antes de dormir.

Cuando es momento de cambiar el pañal a un bebe, en la mayoría de los casos, se debe lavar con agua la zona antes de poner uno nuevo. Esto, para evitar una irritación en la zona delicada piel del bebe. Este enrojecimiento de la zona puede concluir en un bebé que estará irritable y llorando de dolor.

Al realizar el cambio de pañal y lavado de la mayoría de los bebes lloran, ya sea por el frío al sacar su ropa o lo incomodo de la acción. Pero este llanto no impide que los padres lo realicen. Así como el baño, lavado del pelo, cara o de sus manos. El cepillado de dientes está en el mismo grupo de acciones de higiene mencionado. Están en la misma categoría, por lo tanto, se deben realizar ya sea que no quiera, reclame o llore. Si no se realiza la higiene oral también ocurrirá una “irritación” en sus dientes, más conocida como caries dental. Esta puede provocar dolores agudos sobre todo de noche. Analgésicos o antibióticos no serán la solución definitiva a este dolor.

Para evitar esto la clave es comenzar desde pequeños con el cepillado dental. Esto es cuando aparece el primer diente en boca cerca de los 6 meses. Este es el momento cuando la higiene oral debe comenzar con pasta de dientes. Es más fácil comenzar a lavar cuando son pocos los dientes en boca y conocer el sabor de la pasta dental. Por su puesto que al principio puede que esté incómodo, reclame o llore, pero si somos constantes en esta acción, con el tiempo sabrá que no produce daño. De apoco será más fácil y aumentará la cooperación. Hay que recordar que los niños/niñas aprenden también por imitación. Querrá comer y realizar acciones que realizan otros. Si se incluye la rutina de higiene oral a niños/niñas y adultos en casa al mismo tiempo, estos van a imitar sus acciones.

Puede que no sea del agrado de los padres ver llorar a sus hijos/hijas al comenzar con el hábito de la higiene dental, pero esto será menos traumático que tener que asistir a la consulta dental con dolor por caries en un diente. Comenzar la higiene dental más pasta con flúor cuando ya están terminando de salir los dientes de leche, a los 2 años aproximadamente, ya es tarde.

Es responsabilidad de los padres el realizar y acompañar a sus hijos/hijas en el lavado de dientes hasta que cumplan los 7 años. Cuando un niño aprende a escribir, su motricidad fina se ha desarrollado lo suficiente para comenzar a lavarse de forma más autónoma y siempre supervisada por un adulto. Antes de los 7 años un niño no es capaz de realizar una higiene de buena calidad.

La higiene oral en niños/niñas es un desafío que se puede lograr con éxito si se comienza de forma temprana y se es constante en el tiempo.

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