Por Yves Besançon Prats
Pastpresident Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA)
La historia se repite irremediablemente cada vez que llueve sobre nuestras ciudades. Los centros urbanos se ven afectados por los temporales, sin desconocer que en su gran mayoría están preparados y resisten adecuadamente.
Los problemas generalmente se producen en aquellos lugares en los que no se permite construir, lo que está reglamentado expresamente en los Planes Reguladores Comunales.
Los largos periodos de sequía hicieron olvidar a muchos que los ríos, sí tienen memoria y retoman sus cauces originales inundando poblados que usurparon su territorio. Pero en donde nunca hubo inundación, hoy el cambio progresivo del clima causado por el calentamiento de la atmósfera, provocará cada vez más catástrofes como la vivida en muchas localidades recientemente.
Es urgente entonces que se robustezcan los cuerpos legislativos para producir una reducción en los plazos de aprobación de los Planes Reguladores Comunales, desde el promedio de ocho años que demoran actualmente en aprobarse, a un máximo de treinta meses, lo que con una buena legislación y voluntad política se puede lograr como ya sucede en otros países.