Dra. Erica Castro, matrona e investigadora U. San Sebastián
En Europa se calcula que las personas emplean una media de 17 productos de cosméticos al día y según los análisis de mercado de los consumidores, la población de tez oscura compra nueve veces más de estos productos y de peluquería que otros grupos. Así, se ha observado que la población latina es en el último tiempo el segmento de más rápido crecimiento en el uso de estos productos.
La evidencia muestra que estos químicos son contaminantes ambientales y entran fácilmente en el cuerpo a través de la absorción dérmica, inhalación, o ingestión. En este contexto ¿de qué manera pueden afectar la salud reproductiva?
La mayoría de estos productos químicos para el cuidado personal han sido asociados con efectos disruptores endocrinos in vitro, en animales y en humanos. Mujeres, cuyas muestras arrojaron la presencia de estos productos, tenían concentraciones anormales de estrógeno y progesterona. El desbalance de estas hormonas se vincula a patologías ginecológicas como desarrollo de tumores benignos, alteraciones menstruales, hasta un mayor riesgo de cáncer de mama.
Por otra parte, las mujeres, usan más altas cantidades de productos de cuidado personal que los hombres, por lo que tienden a tener mayores concentraciones urinarias de estos químicos. Así, en un estudio de intervención donde se expuso a las mujeres a productos etiquetados libres de los productos químicos señalados durante 3 días, se asociaron con una reducción significativa de las concentraciones de estos metabolitos en la orina.
Interesante es que las adolescentes pueden estar particularmente más expuestas a estos químicos, ya que en un estudio se demostró que en promedio utilizan 17 productos diarios, comparado con 12 en promedio de la mujer adulta. Esto es especialmente relevante durante un período de importante desarrollo reproductivo. Así, en un estudio de 171 niños seguidos desde el nacimiento hasta los nueve años, mostraron un mayor riesgo de asma y mayores niveles séricos de inmunoglobulina E, se asociaron con la exposición prenatal a ftalato.
Por otra parte, algunos productos químicos para tintes y alisados de cabello, permanentes se han reportado como carcinógenos, sin embargo, muchos de estos químicos han sido eliminados del tinte oxidativo. La evidencia sugiere que hay una absorción sistémica mínima de productos para el cabello, por lo que el uso personal de 3 a 4 veces durante el embarazo en el caso de gestantes en general, no se considera preocupante.
El uso de productos de belleza es una fuente poco estudiada de exposiciones químicas ambientales. La Sociedad Americana de Obstetricia y Ginecología ha hecho un llamado para prevenir las exposiciones de químicos asociados a éstos, los cuales pueden incluir tóxicos para la reproducción y el desarrollo de las personas.