ANDRÉS SILVA: EL ABOGADO DE 38 AÑOS QUE PRETENDE SER LA SORPRESA DE LAS PRÓXIMAS MUNICIPALES EN VIÑA DEL MAR.

Andrés Silva es Abogado, tiene 38 años, casado con Mariajosé Llach, emprendedora, tienen dos hijos, Josefa de 7 y Nicolás de 2. Nació en Viña del Mar, su familia es de Villa Dulce Norte, sus padres son profesores normalistas, quienes fundaron la Escuela de Glorias Navales, donde Andrés cursó el Kinder, luego la enseñanza básica la cursó en el Children School cuando estaba en Villa Dulce, y el resto en el Colegio Niños Cantores de Viña del Mar, de donde también fue parte del Coro que actuó dos veces en el Festival de la Canción en año 91. Estudio Derecho en la Universidad Valparaíso donde fue dirigente estudiantil y donde conoció al entonces Diputado Juan Bustos, destacado abogado penalista con el que empezó a trabajar en el mundo público, luego fue jefe de gabinete de su amigo el Gobernador de Valparaíso Vicente Garcia (2001) y del Doctor Kaplan (2002-2004), periodo en el cual le correspondió asumir como el Alcalde Subrogante más joven que ha tenido Viña a los 26 años. Después de instalar su primera oficina independiente de abogado a fines de 2004, fue nombrado Seremi de Vivienda y Urbanismo de Valparaíso (2006-2007), su destacada labor en resolver problemas tan importantes como el histórico abandono de Placilla y la correcta aplicación de la nueva política habitacional que se implementaba por ese entonces en la Región hicieron que fuera llamado desde Santiago para hacerse cargo del SERVIU Metropolitano (2008-2010) donde impulsó un histórico plan de reparación de calles terminando con los llamados “eventos” de la capital, la construcción en tiempo record de más de 100 km de corredores de transporte público para Santiago y la construcción de más 10.000 viviendas sociales. Con la llegada del Gobierno de Piñera, Silva salió del SERVIU Metropolitano y volvió al ejercicio de su profesión, esta vez desde la Región Metropolitana e intermitentemente en Viña del Mar, cuando todo hacía pensar que se quedaría en Santiago la Presidenta Bachelet le pidió que asumiera como Delegado Presidencial tras el incendio en Valparaíso, labor que desempeñó durante 13 meses habiéndose hecho cargo de la superación de la emergencia y de la normalización de la vida en los cerros, pero además de la elaboración y puesta en marcha de un plan histórico de inversiones para la ciudad puerto. Desde junio del año pasado Silva retomó sus actividades profesionales, ahora con sede principal en Viña y donde viaja a lo menos una vez a la semana para atender su oficina ubicada en Santiago. En la actualidad está decidido a ser el próximo Alcalde de la ciudad Jardín, se muestra confiado y seguro de su opción al responder algunas preguntas:

¿Usted tiene una larga trayectoria en el sector público, ha sido Jefe de Gabinete de distintas autoridades, Seremi, Director de Serviu, Delegado Presidencial, cree que eso es una fortaleza o debilidad a la hora de postular a Alcalde de Viña?

Sin duda que la experiencia pública sirve, pero creo que trabajar en el sector privado también ha sido muy importante para tener una visión amplia e integral de los problemas de la ciudad y sus oportunidades para mejorar, a veces la gente tiene la idea de que siempre he trabajado en el servicio público, sin embargo de mis 12 años de ejercicio profesional de abogado, sólo la mitad del tiempo he cumplido alguna responsabilidad en el Estado, en realidad mayoritariamente he ejercido mi profesión de abogado en Viña del Mar y en Santiago, donde aún mantengo una de mis oficinas.

El Diputado Aldo Cornejo (DC) hace unas semanas dijo en una entrevista que usted sería la sorpresa de las próximas municipales en la Región de Valparaíso, ¿cree que le puede ganar a Virginia Reginato?

Estoy convencido que vamos a ganar, esperamos ser la gran sorpresa, sin embargo me atrevo a decir que para los Viñamarinos no será tan sorpresa, ya que hay mucho consenso de que la actual administración cumplió su ciclo, las cosas ya no se hacen con las mismas ganas ni con el mismo cariño que se hacían antes, se ha ido perdido el diálogo y la conexión con la ciudadanía de manera muy notoria, la ciudad se está deteriorando y los aíres de cambio ya comienzan a aparecer.

¿Viña ya no es la Ciudad Bella?

Lo que pasa es que por un lado, está la urbe importante y conocida internacionalmente por su atractivo turístico y sus bellezas naturales que están a la vista, y por otro lado está una ciudad con serios problemas en materia de infraestructura y gestión pública que la están deteriorando día a día. Por eso antes de hablar de que tipo de Ciudad queremos es necesario construir una nueva visión y misión para Viña del Mar, que sean a largo plazo para los próximos 20 a 30 años, que sea construida en forma participativa con la ciudadanía para que represente el sentir, las aspiraciones y los sueños de todos los viñamarinos y viñamarinas.

¿Cuál sería su primer desafío como Alcalde?

Viña del Mar en los próximos años debe asumir como primer desafío, transformarse en una ciudad cada vez más justa e integrada, donde a la urbanización básica, infraestructura vial, equipamiento y servicios adecuados sea posible acceder desde los distintos sectores de la población independiente de su ubicación, condición social o económica. Junto a esto debe consolidar su liderazgo ya no sólo en lo que a segunda vivienda se refiere, sino también, como primera alternativa de residencia transformándose en una ciudad inteligente, incorporando decididamente la tecnología en diversos ámbitos para mejorar la calidad de vida de la población y debe ser sustentable ambiental y económicamente, evitando que mayoritariamente sus habitantes deban emigrar en busca de mejores horizontes, posibilidades de estudio o fuentes de trabajo de calidad. Su ubicación céntrica dentro del Gran Valparaíso y el creciente interés por visitarla, habitarla y desarrollar en ella distintos emprendimientos debe ser considerado como una gran oportunidad para su desarrollo futuro y jamás puede apreciarse con un sesgo negativo o pesimista.

¿Cómo hará para logra lo anterior, no se ve fácil?

Para alcanzar los objetivos que se señalan es indispensable dotar de mayor eficiencia a la administración comunal, lo cual debe lograrse en base a un plan de trabajo para los próximos 4 años que garantice la prestación de un elevado nivel de servicio a la ciudadanía en directa proporción o relación a los ingresos ordinarios que se perciben, verificando que estos se empleen correctamente en los distintos ámbitos del quehacer propiamente municipal como Seguridad, Programas Sociales, Deporte, Cultura, patrimonio, Mantención y Conservación de la comuna, entre otros. Iguales acciones deben implementarse en la administración de los establecimientos de Educación y Salud primaria que son de responsabilidad de la Municipalidad a través de su Corporación. En este sentido es fundamental que en esta planificación se incorporen objetivos, metas e indicadores de gestión claros y verificables por la ciudadanía para definir el grado de satisfacción y cumplimiento de lo que se ha comprometido en las oportunidades correspondientes ya que para cualquier administración moderna es inaceptable que una determinada actuación municipal o la ejecución de una obra por relevantes e importantes que sean se desarrollen en tiempos mucho más allá de lo razonable y tolerable, cuando eso sucede los beneficios que se pretendían con esas acciones u obras disminuyen o simplemente desparecen.

¿Este deterioro de Viña que se arrastra por años, se puede revertir con un programa a 4 años?

Debemos ser capaces de elaborar e implementar un Plan de Inversiones que permita desarrollar iniciativas y proyectos que van más allá de un periodo electoral de cuatro años, es decir, que trasciendan a la autoridad local de turno, que se financien o subsidien con los cuantiosos recursos extraordinarios que se generan en Viña del Mar cada año y que ninguna otra ciudad de Chile percibe. De ahí entonces que resulte prioritario asegurar que los recursos extraordinarios que el funcionamiento del casino generará en su nueva concesión (2018-2032) sean destinados a aumentar sustantivamente la calidad de la infraestructura pública y su funcionamiento y en ningún caso apoyar o subsidiar una gestión municipal deficitaria que no sea capaz de sustentarse a si misma con los cuantiosos recursos que la Municipalidad percibe provenientes de impuestos, contribuciones, patentes, diversos permisos, concesiones y otros, además de los proyectos y recursos permanentes provenientes del Gobierno Regional y Nacional.
Un Plan de Inversiones de esta envergadura debe incorporar necesariamente obras por larga data proyectadas pero no concretadas, o bien, nuevas e innovadoras propuestas, en ámbitos como vialidad, transporte, tecnología, espacios públicos, equipamientos, entre otros. Sin duda debe ser liderado por la Municipalidad, generando mecanismos de participación amplios que permitan incorporar las visiones de la comunidad estableciendo de manera concreta los proyectos a realizar, plazos asociados, responsables de la ejecución, monto, fuente y forma de financiamiento.

Equipo Granvalparaiso.cl