Nada tranquilas están las aguas al interior del primer canal de Chile. Una ola de despidos, inseguridad laboral, rostros que cobran sin trabajar en pantalla. No es un reality, esto está pasando. Y muchos prefieren guardar silencio.
La vieja frase…” todos saben, pero nadie dice nada” es la respuesta que recibimos de casi todas las fuentes consultadas para este reportaje, cuando mostramos nuestra intención de investigar a fondo la situación actual de UCV-TV, el primer canal de Chile.
Los nuevos escenarios de la TV abierta, colocan a los canales más pequeños en una posición muy inferior a la hora de competir, y ser el más pequeño es un verdadero “karma” que UCV-TV arrastra hace muchos años.
En la actualidad, bajo el mandato de Enrique Aimone García, desde la dirección ejecutiva. UCV-TV ha intentado dar un giro a su trabajo, pero con los costos internos que vamos a comentar. Tras su llegada, el año 2007, con un discurso de salvación de la TV regional, UCV-TV pierde su señal de cable, con el consiguiente despido de los funcionarios de esa unidad, estratégica a la hora de colocar programación en el cable.
Con un discurso modernizador, se inicia una atrevida apuesta: implementar un departamento de prensa que pueda competir con los noticiarios de otros canales, pero con un horario distinto, y con presencia de rostros que sustentaran ese trabajo en pantalla.
Al decir de los funcionarios consultados, se realizaron enormes inversiones en estudios, oficinas y jardines, y los resultados en pantalla y rating no han sido los esperados, lo que ha acrecentado la ola de despidos, y el surgimiento de nuevos rumores de venta y cierre.
Unido a lo anterior, la Dirección Ejecutiva decide apostar por el trabajo en Santiago, ampliando la presencia del canal, arrendando y comprando servicios con gastos que se contradicen con el discurso de austeridad y ahorro que impulsa la misma dirección ejecutiva.
Los funcionarios del canal, muchos de ellos con décadas de servicios, con pocas posibilidades de encontrar nuevas fuentes laborales, agrupados en su sindicato, deciden dan un golpe de timón, y eligen a Ana Constant como presidenta, para enfrentar de mejor manera los sucesos futuros, y que no eran muy halagadores.
Cabe consignar que tras su elección, la presidenta del sindicato de trabajadores de UCV-TV es designada como Directora de Producción, un puesto de confianza absoluta y dependencia directa de la Dirección Ejecutiva comandada por Enrique Aimone.
Lo anterior contribuye al aumento de las especulaciones, de los comentarios de pasillo, y de los trascendidos, contribuyendo a un serio deterioro en el ambiente laboral.
Durante el año 2013, uno de los años de mayor conflicto interno del canal, surge el rumor de la venta del 50% del paño de terreno de Agua Santa, y una asociación estratégica con TVN, con el fin de que la señal local de UCV-TV sirviera como plataforma.
Durante gran parte del año, y de manera continua, sigue siendo desafectados diversos funcionarios del canal, se mantiene el plan de expansión a la Región Metropolitana, y los despedidos son reemplazados por profesionales contratados en Santiago, de acuerdo a las ofertas entregadas por diversos portales de empleos en la red.
Pero lo anterior es apenas una muestra de las dificultades por las cuales pasa el UCV-TV.
Un denso ambiente laboral, y el cuestionamiento directo al periodista Jaime Canitrot, sindicado por todas las fuentes consultadas como el responsable directo de los despidos y de los cambios al interior del canal, es la otra parte que diariamente viven los funcionarios.
Cambios inexplicables, nuevas formas de desarrollo del trabajo diario, implementación sorpresiva de cambios en los formatos, y la falta de diálogo constructivo, son apenas algunas de las diversas acusaciones que los funcionarios, bajo resguardo de su identidad, enumeran para el equipo de GV.
Y resulta casi una paradoja las diversas situaciones comprobadas por nuestros investigadores. Efectivamente, UCV-TV tiene estudios en Santiago, en dos direcciones diferentes, una de las cuales, explican al interior del canal, sería propiedad de la Corporación.
La apuesta por los noticiarios , el reforzamiento de los rostros de las noticias, el cambio de paradigma informativo, la contratación de personal externo, remodelación de estudios y oficinas, ha implicado para UCV-TV una importante inversión, que se contradice con los sueldos de sus funcionarios más antiguos, las condiciones laborales, y el ambiente en el cual se desempeñan.
Resulta extraño, para todos los consultados, y que es una muestra de las actuaciones del mencionado Jaime Canitrot, que existan dos rostros contratados para la lectura de las noticias, que no salgan en pantalla hace mucho tiempo, por decisión editorial, y que sigan recibiendo su sueldo mensual sin descuento alguno. Los profesionales involucrados son los periodistas Claudio Elórtegui y Germán Gatica, el primero de los nombrados, hijo del actual rector de la P. Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórteguy Raffo.
La situación de estos rostros del canal, la falta de una comunicación clara y efectiva entre todos los involucrados, una ambiente laboral muy denso, una presidenta de sindicato con un puesto ejecutivo, la incertidumbre de una posible venta de la señal, motivaron a una parte importante de los funcionarios a enviar una carta al Rector de la U. Católica de Valparaíso, y al Pro-Gran Canciller de la misma Universidad, que ostenta, al mismo tiempo el título de Presidente Honorario del Consejo Superior de la Universidad, con el fin de que se involucraran directamente con el problema, llevaran la tranquilidad a los funcionarios, y se transparentara las intenciones de la Dirección Ejecutiva con respecto a los más diversos temas que preocupan a los funcionarios.
La respuesta recibida, por parte del rector, fue que nada se podía hacer mientras el no fuera ratificado por la Santa Sede, requisito fundamental según propia confesión, hecho que se concretaría recién con fecha 30 de Junio. Fuentes consultadas por el equipo GV nos señalan que esa situación es un mero trámite, y que el rector mantiene sus facultades administrativas intactas.
Los funcionarios aguardan todavía respuesta del Obispo de Valparaíso. Lo paradojal de esta situación , radica en el hecho que no existe copia de las cartas enviadas en poder de los socios del sindicato, como fue el compromiso adquirido, lo que aumenta el grado de desconfianza y las especulaciones, dejando la duda de la existencia y entrega de la carta mencionada
Todos los funcionarios consultados por GV coinciden en que la situación del canal es insostenible en el tiempo, que se requieren urgentes cambios de fondo para su funcionamiento, que la propia Universidad cumpla su deber fiscalizador del actuar de la Corporación y que se transparenten, de manera definitiva, las intenciones de una dirección ejecutiva silenciosa.
Nada se saca, comentan, con los despidos, traslados y rostros congelados fuera de pantalla, a menos, claro está, que la venta sea la opción que se maneja sin que los propios afectados tengan información concreta.
Existe preocupación en la Región, y en quienes alguna vez fueron parte del canal.
Para finalizar, y es un tema que de por sí es grave, al decir de los funcionarios, el 90% de los sueldos se pagan por medio de contratos con la Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Valparaíso.
El 10% restante, la plana superior de los funcionarios del canal, vale decir, ejecutivos medios, y gerentes y otros servicios, se paga por medio de una empresa externa, llamada GRUPO SIGLO, una empresa transnacional, con sede en tres países, dedicados al pago de remuneraciones y contabilidad, de la cual se desconoce los motivos de su participación en apenas un porcentaje menor de las remuneraciones de los funcionarios. Las especulaciones hablan de una suerte de “pagos secretos”
UCV-TV, perteneciente a la Iglesia Católica, y a la Universidad que lleva su nombre, pasa hoy por sus días más difíciles y complicados. Las confianzas rotas, los cuestionamientos internos, una ola de despidos y rumores, forman parte del diario vivir de la señal emblemática de la televisión, el primer canal de Chile. Y a esto se debe agregar que sus más altas autoridades persisten en la idea de que guardar silencio es la solución. Fórmese ud. su propia opinión.
Por Equipo GV.
Yo trabaje casi dos años en ese canal, y puedo dar fe que el ambiente laboral es pésimo y que mucha gente se maneja en aguas subterráneas.
La ratificacion del Vaticano llego hace rato.. lo habré leido hace un par de semanas atras en el pasquin del edwards…
Gran reportaje sobre la triste realidad del primer canal de chile, lastimosamente los que manejan el canal son unos incompetentes en algunos temas, los sueldos de los trabajadores son una burla, y los sueldos de algunos poco están muy sobre valorados, el ambiente laboral es detestable , y la presidenta del sindicato pesa menos que un paquete de cabritas.En resumen: Un CHISTE como lugar de trabajo.
Con todo respeto: ¿esto es un reportaje o una columna de opinión? Qué artículo lleno de vaguedades.
Tengo entendido que este canal tiene el nombre de UCV. pero transmite desde Santiago, ¿ es así o estoy equivocado?
me gustaria decirles a la gente de este diario digial y la gente en general que este articulo que sale sobre ucv que supuestamente se estaria trasladando a santiago es total y absolutamente falsa tengo buenas fuentes que me aseguraron que esto que aparece en la nota jamas ha sido asi el canal en ningun momento se trasladaria a santiago la nota no es verdadera y asumo lo que digo ya que como dije anteriormente tengo buenas fuentes que me dijeron que esto jamas seria asi