Por Catalina Maluk
Decana Facultad de Economía y Negocios, U. Central
Septiembre se inicia positivamente para los trabajadores chilenos quienes recibirán el aguinaldo de Fiestas Patrias, que ya es toda una tradición.
En efecto, se entiende que es un beneficio ante el que opera la costumbre, es decir, si una empresa históricamente ha entregado aguinaldo, se espera que lo continúe haciendo. Aunque la modalidad de entrega ha cambiado, desde la caja con mercadería hasta la gift card, sin duda la opción más valorada por los trabajadores sigue siendo el dinero.
En este sentido, el aguinaldo es un incentivo al consumo, especialmente de alimentos, turismo, transporte y entretenimiento, pero no pocas familias tienden a gastar más por el solo hecho de contar con un ingreso adicional durante ese mes.
Esto es positivo para el consumo, que es uno de los pilares del crecimiento económico, pues se va transmitiendo a diversos sectores que son proveedores de servicios y productos asociados a estas celebraciones. Sin embargo, es importante que las familias en ocasión de estas fiestas no se endeuden más allá de sus posibilidades, ya que el gasto de corto plazo debe financiarse con ingresos inmediatos y no con crédito.
Independiente de la manera en que las empresas entreguen el aguinaldo, siempre es importante recordar que el clima de fiesta nacional incide en la productividad laboral y en la pertenencia organizacional. Por lo tanto, buscar la forma de celebrar y compensar a los trabajadores por su esfuerzo diario, tendrá efectos positivos. Desde luego que es un incentivo económico, pero, sobre todo, es un salario emocional.