Planear un viaje en familia, en especial con niños pequeños, puede ser, en algunas ocasiones, un tanto desafiante. Aruba, sin embargo, se revela como la solución a todas las preocupaciones. La modelo y presentadora Renata Ruiz nos cuenta por qué.
En las aguas cálidas del Caribe oriental, un paraíso de arenas coralinas promete una experiencia familiar, sin fricciones y my divertida para las próximas vacaciones. La isla de Aruba, a decir de Renata Ruiz, madre de dos pequeñas, es “el destino perfecto para ir con niños” y las razones son muy variadas.
Al viajar con menores, no basta solo con llegar a un lugar de ensueño bañado de sol y brisa caribeña, también es fundamental tener la tranquilidad de estar en un destino en donde todo se encuentra a la mano: desde alojamientos increíbles, ya sea en espectaculares hoteles o cómodos apartamentos amoblados para la familia, hasta una amplia oferta de alimentos y bebidas, pasando por farmacias, renta de autos y, como no, mucha amabilidad ¡Y todo en español!
“Es como estar en casa, pero en una playa paradisiaca”, dice Renata, quien vivió una experiencia inolvidable en compañía de sus dos pequeñas hijas. La diversión, por supuesto, estuvo a la orden del día, desde disfrutar del agua y la arena coralina que no se calienta con el sol, hasta interactuar con animales y descubrir el mundo marino.
La experiencia puede comenzar, por ejemplo, en la apacible Baby Beach, que debe su nombre, precisamente, a ser una playa ideal para familias con niños pequeños por sus aguas cristalinas y poco profundas. Allí, los adultos pueden relajarse en las reposeras mientras disfrutan de una bebida o snack, en un espacio que cuenta con todas las facilidades y comodidades para los viajeros.
Otra de las actividades recomendadas por Renata es la visita a la isla De Palm; una verdadera experiencia todo incluido para toda la familia. Mientras los más pequeños disfrutan entretenidos en un parque acuático pensado exclusivamente para ellos, los más grandes puedan ejercitarse un poco con una buena dosis de voleibol playero o simplemente relajarse en un bar abierto.
¡Y esto es solo una pincelada de las actividades en De Palm! Al regreso al hotel no queda más que descansar plácidamente.
Al día siguiente, la diversión puede continuar con una jornada de exploración por la isla, descubrir la naturaleza del Parque Nacional Arikok, recorrer cuevas y sonreír un poco con la simpatía de los animales en tres escenarios muy especiales: el Philip’s Animal Garden, el Santuario de Burros de Aruba y el fascinante Mariposario.
Una visita a Aruba no puede terminar, por supuesto, sin una buena jornada de disfrute del maravilloso mundo marino. Ya sea en Baby Beach, en el recomendado tour Jolly Pirates o en otro lugar de la Isla Feliz, el esnórquel es una de las actividades más alucinantes del destino. Toda suerte de peces e incluso, alguna de las cuatro especies de tortugas marinas que nada por las aguas de Aruba, hacen parte de este paisaje que con todo seguridad hará olvidar a los viajeros de la existencia del tiempo.
Pero ¡ya es hora de regresar! ¡Las vacaciones han terminado! Luego de unos días en Aruba, el cuerpo, la mente y los más chicos lo agradecerán. En Aruba, con toda seguridad, los amables anfitriones estarán esperando una nueva visita. Al fin de cuentas, su razón de ser es ofrecer una experiencia memorable para las familias chilenas.
Así lo expresa Renata, quien no duda en afirmar que Aruba “es el lugar más feliz del mundo. En realidad, es una isla pensada para hacer que el turismo sea muy, pero muy sencillo”.