CARL ANDRE Y EL MSSA: RESTITUCIÓN Y RESISTENCIA

Publicado por Equipo GV 6 Min de lectura

Caroll Yasky
Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA)
Carl-Andre“El trabajo del artista es transformar los sueños en responsabilidades” mecanografió Carl Andre (Quincy, Massachusetts, 1935) en un trozo de tela en 1962. Diez años después, en pleno auge de su carrera artística y tras haber exhibido en 1970 una muestra individual en el Museo Guggenheim de Nueva York, dona al Museo de la Solidaridad de Chile la escultura 8 Leaden Ring. Ésta se unió al conjunto de obras legadas por artistas estadounidenses a esta iniciativa político-cultural internacional, generada en apoyo al proyecto de la Unidad Popular en Chile.

Gestionadas por Dore Ashton, destacada crítica de arte estadounidense y miembro del Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile (CISAC), las obras reunidas en Nueva York eran representativas de las corrientes abstractas y minimalistas del momento y contemplaban nombres de artistas consagrados como Frank Stella, Robert Israel, Sol LeWitt y Jake Berthot, entre otros. La embajada de Chile en Estados Unidos era la encargada de coordinar los traslados de las obras a Washington y posteriormente a Chile, donde el Instituto de Arte Latinoamericano (IAL) de la Universidad de Chile, era la entidad a cargo de su recepción bajo supervisión de Mario Pedrosa, presidente del CISAC y principal gestor del Museo. Andre había conocido a Pedrosa en la Trienal de la India, y tenía una buena impresión de él.

Sin embargo, el envío llegó incompleto en octubre de 1972, sin las obras anunciadas de Robert Motherwell, Jack Youngerman, Carl Andre, y se pensó que sin la donación de Sol LeWitt, aunque después se demostraría lo contrario. El propio embajador de Chile en Estados Unidos, Orlando Letelier, fue quien aclaró la situación y coordinó un segundo envío con las obras rezagadas y nuevas donaciones gestionadas por Dore Ashton: dibujos de Nancy Graves y una escultura del colombiano residente en Nueva York, Eduardo Ramírez. En este segundo grupo viajó la obra de Andre, en abril de 1973, embarcada por su peso a Valparaíso junto a la escultura de Ramírez.

Un mes después del golpe del 11 de septiembre, Fernando Gamboa, Subdirector técnico del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en México y colaborador del CISAC, envía un telegrama a Ashton comunicándole un recado de Pedrosa: las obras del segundo envío norteamericano, entre ellas la de Andre, estaban en la aduana de Valparaíso, y debía intentar reclamarlas a través de la embajada de EE.UU. Esa es la última información que se tiene del paradero de esa obra. Los intentos de Ashton, Gamboa y Pedrosa por recuperar las obras en aduana no prosperaron.

Cuarenta y un años después, la actual directora del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), Claudia Zaldívar, se reunió con Carl Andre en Nueva York y recién entonces el artista se enteró de la desaparición de su obra. Tras su primera reacción de sorpresa propuso rehacer la pieza y donarla a la colección del museo. Convencido de que la anterior no se perdió sino que fue destruida por el régimen de Augusto Pinochet, planteó su restitución para no sentirse vencido y para que ésta finalmente cumpliese su destino inicial y fuese sumada a la colección conformada para el pueblo de Chile, cobrando así un valor simbólico inédito.

El artista estadounidense desde su juventud estuvo comprometido con los ideales políticos de izquierda, y en el contexto de la guerra fría tomó partido en contra del intervencionismo estadounidense como indicó en la entrevista que le realizamos a fines de 2015: “Estaba al tanto de lo que pasaba en Chile. Estaba al tanto que EE.UU. y la CIA estaban conspirando para destruir el gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende”. Esto lo motivó a donar la pieza que seleccionó, según recuerda, por que “estaba disponible y pensé que era una obra muy simbólica”.

La nueva edición de 8 Leaden Ring -realizada en Chile el año pasado bajo indicaciones y supervisión directa del artista- se exhibe actualmente en el Museo junto a documentación de archivo que contextualiza la historia de su donación, anterior y actual. En un contexto histórico completamente distinto al que motivó su entrega original, la recuperación de esta pieza reactiva y dinamiza el espíritu solidario que dio origen a nuestro museo: “Me siento profundamente honrado de tener la oportunidad de exhibir mi trabajo en Chile, un país por el que siento un gran cariño”.

A diferencia de otros museos en Chile, el trabajo de investigación de nuestra colección implica la constante reconstrucción y recuperación de valiosas historias que por su estrecho vínculo político y social con el gobierno de Allende han sido borradas de la memoria colectiva nacional y también internacional. Restablecer el tejido social de confianzas y la red de contactos solidarios que permitieron la conformación de la valiosa colección pública de arte internacional que resguardamos es un desafío contante en nuestro quehacer. La recuperación de la obra de Andre al patrimonio de todos los chilenos, gracias a la generosidad del artista, es resultado de la activación de una de esas historias.

 

 

 

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