La acción solidaria estuvo enfocada en la instalación de viviendas de emergencia y la entrega de bienes básicos.
Ya van tres meses desde el devastador incendio que golpeó las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, en la Región de Valparaíso, marcando uno de los mayores desastres naturales de los últimos 30 años en Chile. En la sola comuna de Quilpué, los incendios forestales arrasaron al menos 1.000 viviendas, siendo el área de Pompeya Sur la más afectada, donde prácticamente todas las casas quedaron reducidas a escombros.
Frente al complejo escenario, distintas entidades han impulsado iniciativas solidarias, una de ellas es la comunidad educativa del Colegio Seminario Menor de Las Condes, compuesta por estudiantes, padres y apoderados, quienes han mostrado su compromiso con las familias afectadas. Hace algunas semanas se llevó a cabo la entrega de ayuda a 28 familias de Quilpué, coordinada por la Pastoral del colegio.
La campaña de ayuda solidaria, se centró en identificar las necesidades específicas de cada familia afectada y brindarles el apoyo necesario para enfrentar la difícil situación en la que se encontraban. Desde la instalación de viviendas de emergencia hasta la entrega de bienes básicos, la comunidad del Colegio se comprometió a estar presente en cada paso del proceso de recuperación de estas familias.
La directora de Formación del Colegio Seminario Menor de Las Condes, Patricia Valenzuela, destacó la importancia de esta iniciativa solidaria, que no solo busca brindar ayuda material, sino también fortalecer los lazos de solidaridad y responsabilidad social entre los estudiantes y sus familias. “Es importante seguir extendiendo acciones solidarias incluso después de que el fervor inicial haya pasado, ya que las necesidades perduran y la ayuda continua puede marcar una diferencia duradera en las vidas de quienes enfrentan estos desafíos”, afirmó Valenzuela.
Esta iniciativa se sitúa dentro de un conjunto de esfuerzos dirigidos a fortalecer el ámbito educativo y a servir como un aporte para toda la comunidad, no solo a través de la enseñanza, sino también en otros aspectos. Constituye un claro recordatorio de cómo la educación puede ir más allá de las aulas y contribuir a la construcción de una sociedad más cohesionada y empática.