Muchos de los hábitos de los ciudadanos se han visto afectados en el último año y medio por las razones que todos conocemos. La forma de trabajar y el ocio se han visto notablemente alterados. Sin embargo, en gran medida gracias a la tecnología, se han podido mantener algunas de las actividades; tal vez el ejemplo más gráfico sea el del teletrabajo, pero no el único. Pensemos en el aumento de la oferta de Fitness online u otros deportes, que permiten a diversas personas mantener su forma física, a pesar de estar en su casa.
La formación también ha sufrido una evolución importante. Si bien es cierto que en la última década ya existía una nutrida oferta de formación online (o semi presencial), ahora se ha popularizado mucho más esta modalidad. La variedad es basta y abarca diversos campos del saber, además tiene algunas ventajas indiscutibles, como la comodidad y el ahorro de tiempo y dinero al no necesitar desplazamientos; aunque algunos también echan de menos la presencia física de compañeros, el ocio asociado a una actividad o una mayor interacción con los profesores.
No obstante, la nueva formación online ha ido puliendo estos aspectos, anteponiendo las clases en directo mediante herramientas como Zoom, Skype u otras hechas a medida, con posibilidad de realizar consultas en directo o trabajar en grupo. Por otra parte, mucho de los portales dedicados a este fin cuentan con apartados de chat o foros para aumentar la interacción entre alumnos.
La formación académica es tal vez la más paradigmática: carreras universitarias, másteres o postgrados de todo tipo tienen una importante demanda. Pero también aquella más ligada a aspectos profesionales, como la formación ejecutiva o los seminarios específicos, así como la obtención de certificados profesionales necesarios para ejercer en algunos oficios determinados. Destaca, a este respecto, la reciente noticia sobre la iniciativa pionera del Automóvil Club de Chile para obtener, autorizada por el Ministerio de Transportes, la licencia A2 de conducción
Por otra parte, las propias empresas también han elegido este sistema para impartir una formación continua a sus empleados; eso, sí, las que han podido adaptarse a tiempo. No es una novedad que muchas tuvieron que adaptar su sistema al teletrabajo, lo cual representó una prioridad de cara a continuar con su actividad, por lo que, en ocasiones, la formación quedó a un segundo nivel.
Especial éxito han tenido los cursos gratuitos; dos buenos ejemplos de ello son los que imparten el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) y los de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que se vieron sorprendidos por la avalancha de inscripciones.
Evidentemente, no toda la oferta de formación tiene que ver con aspectos profesionales: también las actividades de ocio tienen espacio y su demanda, que aumenta cada vez más. Un ejemplo son los cursos de diversas materias audiovisuales que muchos usuarios utilizan para perfeccionar sus aficiones, como la fotografía o la edición, y que gana adeptos según avanzan las posibilidades de la tecnología. También tenemos otra manera de disfrutar de los eventos deportivos: Rivalry, web especializada en eSports, ofrece una detallada guía para las apuestas en este género, por ejemplo. La formación online para aprender a tocar un instrumento o perfeccionarse es otra baza que juegan algunos portales, y con notable éxito, por cierto. También la jardinería está despertando un gran interés entre muchos internautas.
De una forma u otra, muchas personas han querido aprovechar la situación vivida para aumentar sus conocimientos y/o capacitarse en materia profesional para el desempeño del trabajo o de futuras oportunidades laborales, incorporando aspectos que puedan dotar de un valor añadido su carrera laboral. A este respecto, la formación online ha supuesto una herramienta inestimable para poder continuar con su crecimiento, incluso pese a las circunstancias que les rodeaban. Evidentemente, los avances tecnológicos lo han hecho posible; es muy difícil pensar que pudiésemos tener éxito en este campo hace 15 años; tal vez la única posibilidad hubiese sido a través de la formación por correo, mucho menos ágil y menos motivadora, por razones obvias.
La formación online ha llegado para quedarse, y con el impulso de los últimos meses, lo que nos queda pro preguntarnos es ¿cómo evolucionará? La Realidad Virtual o La Inteligencia Artificial, así como las aplicaciones que tengan que venir a corto plazo son algunas de las posibilidades que marcarán el plazo; pero lo que ocurra en los próximos dos años nos dará una pista muy fiable al respecto.