La Cotorra Argentina

Publicado por Equipo GV 3 Min de lectura

Por Jadille Mussa
Académica Arquitectura del Paisaje U.Central


Que sabemos de esta ave que ya es habitual en el paisaje urbano, que se conoce como cotorra o lorito argentino (Myiopsitta monachus), que no sólo es de Argentina, es más bien una especie sudamericana cuya distribución original comprende Paraguay, Uruguay, Bolivia, sur de Brasil y el norte y centro de Argentina (Aramburú 2018). Llegó a Chile como un ‘ave de jaula’ pero, lamentablemente, comenzó a ser liberada por sus propietarios en la década del 70 en la comuna de Santiago, región Metropolitana (Iriarte et al. 2005).

Una de sus características más sobresalientes es su capacidad de construir grandes nidos, especialmente en árboles de sobre 15 metros de altura y también en postes de tendido eléctrico (uno de estos nidos puede llegar a pesar más de 90 kg). Los árboles altos de las plazas, parques y jardines de casas, que generalmente son patrimoniales, corresponden a los más afectados, imposible no verlas en las Araucarias del Parque Almagro (Araucaria bidwilli de Australia y en varias Araucaria angustifolia de Brasil).

Como dato desconocido es que tanto las poblaciones de araucaria como de palmeras (pastos gigantes) son especies relictas, es decir, vestigio de un bosque de gran envergadura. Recordar, que, aunque estas araucarias no son nativas son considerados fósiles vivientes, de la edad Mesozoica, a lo que se suman las palmeras, especies que también han elegido las cotorras para nidificar. Las palmas datan del cretácico, por lo que además de ser imponentes en cuanto a altura y forma, ambas palmas y araucarias traslada nuestra mente a paisajes paleontológicos.

La cotorra argentina puede vivir de 25 a 30 años, mide entre 28 y 30 centímetros, incluyendo su larga y puntiaguda cola y pesa entre 90 y 139 gramos, y aún que nos pinta la ciudad con su colorido verde, también impacta en la calidad sonora de sus voces que se componen de estridentes graznidos y chillidos que se escuchan cuando vuelan o se alimentan y pueden generar molestia, ya que forman grandes bandadas ruidosas que se pueden oír a grandes distancias. Es indispensable la Ley de Arbolado Urbano (aún en discusión en la cámara) donde se ahondará en el manejo y prevención de este tipo de aves, en especial por el peligro que sufren tanto la fauna nativa urbana como las personas que transitan por los parques de las urbes, ya que podrían sufrir graves accidentes. Actualmente la cotorra figura en el listado de las 27 especies exóticas invasoras y priorizadas del Ministerio del Medio Ambiente de Chile (MMA), siendo catalogada como una amenaza para la biodiversidad del país.

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