No porque una situación suceda o forme parte de la realidad debe ser aceptada como normal. Es por este motivo que cada 12 de junio, se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. En el mundo hay más de 150 millones de niños víctimas de esta situación.
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No porque una situación suceda o forme parte de la realidad debe ser aceptada como normal. Es por este motivo que cada 12 de junio, se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. En el mundo hay más de 150 millones de niños víctimas de esta situación.El Papa Francisco alertó recientemente sobre la responsabilidad que tienen hoy y más que nunca la sociedad y las instituciones, frente a este flagelo que afecta a niños, niñas y adolescentes, considerando el actual contexto del covid-19 y sus efectos en los ingresos y sobrevivencia de las familias.“Hay una amenaza al bienestar de los niños en ese sentido. La posibilidad de que el trabajo infantil aumente es una realidad que nos va a golpear ahora mismo y muy fuerte. Se trata de una dinámica de sobrevivencia y la forma de enfrentar este problema es con apoyo integral a las familias”, dice Ricardo Pérez de Arce, coordinador de la Clínica Jurídica y académico de la Facultad de Derecho y Gobierno de la U. San Sebastián.El docente explica que “la Justicia de Familia tiene una acción específica que es la medida de protección y que sirve para todos los casos en los que existe la vulneración de los derechos fundamentales de los niños”.Al respecto indica que los tribunales de familia se preocupan de ver “cuál es la situación de los niños, si hay una negligencia o explotación por parte de sus padres, pero no para sancionar, sino que para generar medidas de protección de los menores. La idea es determinar si el niño afectado está escolarizado o no, si tiene problemas de salud y si la familia debe incorporarse a un programa de fortalecimiento o de apoyo psicosocial”.
