El frío de agosto y la vuelta a las aulas hizo aumentar la tasa de virus respiratorios tanto en adultos como niños y niñas. Los últimos, como fue mencionado, volvieron a clases y han sido víctimas de una variedad de enfermedades respiratorias. En la siguiente nota, la enfermera pediátrica y académica de la Facultad de Medicina y Ciencia de la USS, María Paz Del Río, comenta los motivos de estos contagios y cómo evitarlos.
Tras la crisis por contagios de virus Sincicial en junio las tasas de contagio descendieron cuando los niños y niñas dejaron de ir a los colegios y salas cuna por vacaciones o por decisión de sus tutores. Agosto trae de vuelta los virus respiratorios, pero el panorama pareciera ser un poco más alentador que durante la ola anterior.
María Paz Del Río, enfermera pediátrica y académica de la Facultad de Medicina y Ciencia de la USS, comenta que las salas de urgencias se encuentran con un flujo de pacientes mucho menor que en la ola pasada. Al respecto, dice que con la baja de la hospitalización “disminuye el riesgo de infecciones asociadas a la atención de salud, las camas están disponibles para diagnósticos que sean más graves, entonces, siempre que haya menos hospitalizaciones va a ser bueno”.
La enfermera explica que frente a la contingencia de las fuertes lluvias que afectan al país es primordial tratar de mantener a los niños y niñas alejados de la humedad para evitar que los virus respiratorios les afecten. “Lo más importante tiene que ver con mantenerlos secos. Lógicamente, si se mojan, hay que tratar de cambiarlos de ropa, de mantenerlos con una temperatura adecuada, sobre todo en los pies. Idealmente usar ropa de algodón, no de lana porque esta demora mucho en volver a secarse una vez que se moja”, aconseja.
Para la vuelta a clases es relevante tomar precauciones para que los contagios no se eleven. Primero que todo: Ventilar las salas de clases, hacerlo durante 10 minutos es suficiente, no existe necesidad de mantener las ventanas abiertas durante todo el horario de clases. Del Río recomienda enseñar a los niños y niñas a siempre cubrirse la boca con el antebrazo al toser o estornudar, además de hacer uso de pañuelos desechables.