Andrea Pino, investigadora de la USM, analiza en su trabajo la instauración, recomposición y consolidación del hábitat informal en estas zonas.
“Quebradas de Valparaíso: memoria social autoconstruida” es el título de la primera publicación de la arquitecta e investigadora de la Universidad Técnica Federico Santa María, Andrea Pino; proyecto que contó con el financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, FONDART, y que será presentado el próximo martes 17 de marzo, a las 18:30 horas, en el Parque Cultural de Valparaíso.
El libro fue desarrollado con la colaboración de Lautaro Ojeda y Ximena Galleguillos, investigadores de la Universidad de Valparaíso, revela los procesos socio-espaciales ligados a la instauración, recomposición y consolidación del hábitat informal en las quebradas de la ciudad puerto; unidades urbanas que se constituyen como una realidad socio espacial compleja y que albergan un conjunto de significaciones, representaciones e imaginarios sociales.
Sobre cómo nace este proyecto, la autora destaca que “el tema de las quebradas fue sujeto de estudio para mi tesis doctoral y, por lo tanto este libro fue un extracto de ese trabajo. Cuando rendí el examen de grado, pensé que sería bueno evidenciar una realidad urbana ausente de la discusión teórica y de la planificación urbana a nivel regional. Si bien las quebradas de Valparaíso poseen una relevancia equivalente a los cerros de la ciudad, históricamente han sido invisibilizadas y desestimadas por la planificación urbana”.
En base a lo anterior, agrega que esta publicación busca evidenciar esta realidad desde una mirada multidisciplinaria, es decir, “desde la arquitectura, el urbanismo y la sociología, para comprender las lógicas y procesos sociales implícitos en la ocupación de estos territorios. Y para esto presenté el proyecto al FONDART Convocatoria 2014, ámbito regional de financiamiento, línea de conservación y difusión del patrimonio inmaterial”.
Proceso creativo
Inicialmente, explica la investigadora, este libro presentaría la evolución de los hechos históricos y procesos de ocupación y apropiación de las quebradas. Sin embargo, luego del incendio de abril de 2014 y la aparición de las quebradas en la escena pública y en la discusión académica como territorios en conflicto, se replanteó la forma y el contenido. Si bien, los aspectos históricos son relevantes para su proyección futura, consideró más importante -y frente a la contingencia-, presentar estos territorios desde la perspectiva de sus habitantes, quienes vagamente han sido consultados con respecto al devenir de estos territorios.
De esta manera, agrega, “el libro presenta un análisis temático de los relatos de vida de 31 entrevistados, los cuales son presentados y reconstruidos por fragmentos en relación a temáticas implícitas que surgen en cada relato. Y desde donde se dilucidaron y evidenciaron las representaciones sociales e imaginarios que poseen sus habitantes con respecto a estos territorios”.
De esta manera, precisa la autora, los habitantes construyen su relato a dos tiempos, de dos realidades que se superponen y que son inseparables. “Por una parte, el relato tiene un carácter personal y biográfico en la medida que el habitante se refiere a su llegada a la quebrada y a la construcción de su casa, es decir, en relación a su historia familiar y por otra, posee un carácter colectivo, en la medida que hace referencia a los logros obtenidos por el grupo mediante la organización y acciones comunitarias, las cuales han propiciado la consolidación del espacio público en las quebradas, es decir, su historia particular en relación a la historia del barrio. Esta doble condición del relato, tanto personal como colectiva, permite a sus habitantes tener un acercamiento desde múltiples perspectivas a la realidad que habitan”.
Es importante destacar que este proyecto se enmarca en las políticas de difusión y valorización del patrimonio inmaterial del Consejo Nacional de la Cultura de las Artes y ha sido patrocinado por la Universidad Técnica Federico Santa María y el CIGIDEN de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
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