Por Dra. Amanda Céspedes C.
Presidenta Fundación Educacional Amanda
Cada vez con más énfasis se resalta la importancia de cautelar la formación integral de los niños en la primera infancia como factor de desarrollo de un país. Este énfasis no debe quedarse en las palabras, sino que debe dar origen a acciones. Y una acción precisa es resaltar la labor de quienes han dedicado sus mejores esfuerzos a la educación parvularia. Es el caso de María Victoria Peralta, Educadora de Párvulos, Doctora en Educación y académica de la U.Central.
María Victoria es un referente para todos quienes trabajan por mejorar la educación en Chile. Su vasta trayectoria en cargos docentes, directivos, de dirección e investigación a nivel nacional e internacional, en su especialidad y sus contundentes aportes al desarrollo de la educación, son ampliamente reconocidos. Específicamente relevante para mí ha sido su rol como consultora internacional en la elaboración de los currículos oficiales de educación parvularia en numerosos países de la región, ya que de este modo ha contribuido a la creación de una red latinoamericana de trabajo por la Primera Infancia, poniendo de relieve el trascendente concepto de pertinencia cultural del currículo en educación parvularia.
La presencia de María Victoria en educación es un faro que llama a no permitir que la preocupación por la primera infancia latinoamericana se convierta en un mero eslógan, y por ello es que estimo de total justicia considerar su nombre para un premio nacional de tanta relevancia.