Por Dr Jorge Cruz Terrazas
Coordinador de Urgencias
Tarapacá Interclínica
En plena temporada estival, muchas familias están de vacaciones y el cambio de hábitos en relación con la comida, puede traer problemas digestivos que son evitables.
Cuadros de gastroenteritis y colitis, además de náuseas y vómitos, pueden arruinar el tan deseado descanso. Si bien no existe un motivo en particular para el alza en la incidencia de enfermedades gastrointestinales en esta época, un gran factor que incide es la contaminación alimentaria.
Ya no estamos en casa y no siempre podemos controlar si los alimentos que consumimos fueron preparados de manera higiénica, tanto por parte de quienes los manipulan, como en las superficies e implementos de cocina.
También, con las altas temperaturas que asolan los lugares de veraneo, los alimentos pueden afectar la salud digestiva tanto si no se respetó la cadena de frío en el almacenamiento de los ingredientes, como si las preparaciones se mantienen expuestas durante largos periodos antes de comerlas, como en el caso de los buffets o traslado de colaciones.
Y no menos importante, son los excesos propios de las épocas de disfrute, con consumo excesivo de alimentos ricos en grasa y pesados o a la ingesta de sustancias tóxicas como el alcohol y el tabaco, creando un entorno propicio para irritar el sistema gastrointestinal.
Por ello, la recomendación es comer y beber con moderación, cuidar el almacenamiento de las comidas, evitar los alimentos crudos y las preparaciones de origen incierto. Todas medidas fácilmente implementables, que permitirán cuidar la salud digestiva de toda la familia y seguir disfrutando de las merecidas vacaciones.