Por Dra. María Victoria Peralta
Directora Instituto Internacional de Educación Infantil, U.Central
En esto días, uno de los temas de mayor debate a nivel nacional, ha sido el de reducción de las horas laborales o de su flexibilización. Diversos argumentos se han dado a favor de una u otra opción, primando el económico y en menor grado, el de salud mental de los trabajadores. En esta última línea, deseo poner el acento en la oportunidad de mayor encuentro de los padres o cuidadores con los hijos, y por tanto en tiempos para reconstruir las relaciones familiares.
Ya son muchos los estudios que prueban la enorme necesidad de nuestros niños y niñas de reales momentos para “estar” con sus seres más queridos en actividades tan simples pero importantes como el “regalonear” y jugar. Los beneficios son para todos, y dicen relación con encontrarse e interacciones de calidad, conversar, liberar el estrés, conocer los centros culturales, pasarlo bien.
Detrás de muchos de los problemas sociales que tenemos, está la falta de encuentros y de formación valórica que la debe dar la familia en primer lugar, por lo que deberíamos hacer los esfuerzos para contar con mayores tiempos familiares, fundiendo ambos proyectos: reducción y flexibilización por el bien común, y en especial el de nuestros niños y niñas.