Los tonos naturales de esta época del año pueden darles un aspecto maravilloso a tus imágenes de ambiente natural, rural o urbano. La clave está en aprovechar el contraste de los colores cálidos para capturar momentos de ensueño.
Si hay una época del año llena de tonos anaranjados, rojos y dorados en cada rincón, esa es el otoño. Y es que hablar de fotografía otoñal es simplemente capturar hermosos paisajes y retratos, sin importar si son realizadas en medio de la naturaleza, en un ambiente rural o urbano.
Es una estación única que desde la perspectiva narrativa, presenta tres diferencias fundamentales con el resto del año:
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La humedad ambiental es mayor y la calidez del sol aún se deja sentir cuando aparece. Esto hace que en las primeras horas del día se generen atmósferas y climas fotográficos de ensueño, incluso si no hay luz de sol.
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Las hojas se empiezan a caer y sus colores varían debido a que los días se van acortando y las noches se hacen más largas. Por ende, la producción de clorofila, la provoca el verdor de las hojas, se va deteniendo hasta acabar. Así, se dejan ver otros pigmentos de tonalidad amarilla, anaranjada o simplemente café.
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La migración de las aves es importante. Debido a que después viene el invierno, estas huyen de las duras condiciones que vendrán avisadas por el otoño, por lo que de seguro encontrarás algunas que no verás en otras épocas del año.
Retratar la grandeza del otoño refleja aspectos únicos de cada elemento de la naturaleza y del entorno. Por esto, Canon te trae cinco consejos fotográficos para que captures los mejores momentos del final de la temporada.
Busca las horas doradas. Es cuando más lucirán tus fotografías. Es cierto que en esta época hay muchos contrastes de color durante el día, sin embargo, la hora dorada es perfecta. Esto es, hasta 3 horas después del amanecer y desde 3 horas antes del anochecer, debido a que el ángulo de incidencia del sol hace que la luz pase por mayor cantidad de atmósfera, que contribuye a la aparición de tonalidades cálidas, mejorando el clima fotográfico que captamos en la toma.
Juega con el color. Sabemos que los tonos cálidos pueden verse muy potentes, por lo que aumentar la saturación del color puede brindar mayor luminosidad y colores vivos que cautivarán a cualquiera. Intenta jugar con las texturas de la foto y combinar los colores, generando un gran impacto visual y fotografías muy llamativas.
Cambia la perspectiva. Explorar es la clave para tener tomas diferentes. Esto implica, por ejemplo, que te agaches o te tumbes en el suelo “contra picado”. También puedes subirte a algún elemento para obtener un plano más de “picado”, y usando esta lógica, buscas formas distintas de hacer la misma foto.
Busca marcos. Utilizar marcos atractivos para tus fotografías es un estupendo truco de composición que nos ayuda a dirigir la mirada del espectador. Para esto, utiliza árboles, hojas, ramas u otros elementos que enmarquen tu elemento principal. Toma conciencia de esto y mantente atento a las posibilidades pues muchos de esos marcos tendrán un color especial que le aportará un atractivo extra a la imagen.
Incluye agua en tus composiciones. Intenta buscar aguas que estén tranquilas para un reflejo de los bonitos colores del otoño. De ese modo podrás conseguir composiciones simétricas muy atractivas. Te sugerimos utilizar filtros de densidad neutra para equilibrar mejor la exposición entre el referente real y el reflejo. O bien, usar el filtro para obtener velos de agua alucinantes, pero esta vez en un entorno colorido y rodeado de hojas otoñales.
Cualquier estación del año tiene magia, pero el otoño se roba las miradas con sus intensos y desafiantes colores. Sigue estos consejos de Canon y tendrás cientos de recuerdos para rememorar toda la vida.