Desafíos de conectividad en Chile

Publicado por Equipo GV 3 Min de lectura

Por Diego Dujovne
Aadémico e investigador escuela de Ingeniería Civil en Informática y Telecomunicaciones. Facultad de Ingeniería y Ciencias. Universidad Diego Portales

DiegoUno de los desafíos más importantes de las comunicaciones es llegar. Pero no solo llegar con cobertura a los usuarios en donde éstos abundan, sino llegar a aquellos que viven lejos de los centros urbanos más poblados y que necesitan estar comunicados. Chile ha hecho un buen trabajo, logrando una amplia cobertura geográfica y así permitiendo acceder con servicio de comunicación incluso a gran parte de las localidades pequeñas y remotas que antes estaban aisladas.

Sin embargo, quedan desafíos pendientes para Chile. Uno de ellos es la redundancia. En un país que es frecuentemente visitado por desastres naturales, es de vital importancia mantener la conectividad en momentos de necesidad de coordinar recursos, asistir a familias, pedir ayuda o conocer el estado de los seres queridos. Pero además, las comunicaciones resultan fundamentales para restablecer cuanto antes las actividades diarias y la economía de la zona afectada.

Es por ello que hace falta agregar  caminos alternativos para la información, aumentando la robustez de las redes de comunicación. Esto implica un esfuerzo conjunto de la empresa privada y el estado para lograr un equilibrio que viabilice una solución a través de todo Chile. Un factor evidente es la geografía, la que sugiere que con una sola vía troncal de comunicación se puede lograr la conectividad, pero a costa de ser un punto crítico de fallo ante una rotura o pérdida.

Una iniciativa reciente relacionada con la redundancia,  surgida del Fondo para el Desarrollo de las Telecomunicaciones del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, es el proyecto de Fibra óptica a la Región de Magallanes. Esto daría, en primer lugar, una mayor capacidad y un menor retardo en el acceso a datos, además de equiparar la velocidad de acceso para así permitir el desarrollo de nuevas industrias, en especial relacionadas con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

El segundo desafío es la conectividad rural. Si Chile ya ha logrado cubrir hasta las pequeñas poblaciones, la conectividad rural es el siguiente paso; no solo para concretar un anhelo de llegar a más chilenos, sino también para permitir una tecnificación y aumentar la productividad  en los campos, en especial en aquellos cuyos productos son de alto valor agregado. Esto apunta a permitir el desarrollo de soluciones para la agricultura basadas en la Internet de las Cosas, cubriendo zonas turísticas y contribuyendo a llegar con educación y conocimiento a quienes tienen que hacer kilómetros para obtenerlos.

En resumen, no son pequeños los desafíos, pero son estratégicos para permitir diversificar la economía, para integrar a más personas al mundo digital y para impulsar actividades regionales en el  contexto nacional.

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