Por Paola Espejo, Vicerrectora UDLA Sede Viña del Mar
El rápido desarrollo de la inteligencia artificial generativa, especialmente los modelos de lenguaje a gran escala (large languaje models), ha provocado una revolución en el ámbito educacional. Tareas que antes eran parte importante del proceso de enseñanza y aprendizaje, como analizar textos, traducirlos, interpretarlos, resumir y crear; ya son realizadas de forma efectiva y eficiente por cualquiera de estos modelos, todos con versiones gratuitas al alcance de estudiantes y profesores, y que además se perfeccionan día a día con una velocidad vertiginosa, lo que hace muy difícil seguirles el paso.
La labor y el rol docente tiene el nuevo desafío de adaptarse, cambiar sus paradigmas y actualizarse, pero sin el tiempo suficiente para poder decantar, reflexionar y analizar de la forma que se realizaba antes. Como señala la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la inteligencia artificial es una tecnología que progresa rápidamente, superando la capacidad de respuesta de las instituciones debido a sus limitaciones de tiempo y recursos, junto con ello, la inmediatez es uno de los desafíos para el ámbito educativo y crea la sensación de que no se avanza con la velocidad necesaria. Otro desafío es la permanente sensación de que los estudiantes llevan la delantera y que utilizarán estas herramientas para propósitos lejanos a la integridad académica, preocupación real, sin embargo, el entusiasmo y la vocación de profesores y profesoras por enseñar y transformar a otros, muchas veces es mayor a los miedos que pudieran aparecer.
Es en este contexto que surgen iniciativas de formación y capacitación desde diferentes realidades y así está ocurriendo en muchos lugares de Chile y el mundo, donde se evidencia la curiosidad, el interés y el asombro de muchos docentes ante las posibilidades de la inteligencia artificial aplicada a su labor, debido a las oportunidades que entrega este recurso. No solo eso, los docentes saben que los estudiantes también lo han utilizado para mejorar sus habilidades en escritura y lenguaje, generando ideas, redactando ensayos, resumiendo, traduciendo, parafraseando textos y revisando la gramática. Además de utilizarlo como recurso de apoyo para facilitar su aprendizaje personalizado y dirigido, ayudándolos a comprender conceptos y tareas, aclarando asignaciones y deberes, lo que estructura una nueva era, del aprendizaje personalizado.
Los docentes entienden que estas aplicaciones llegaron para quedarse y lo que se requiere ahora es perfeccionarse y orientar bien su uso metodológico para ir en beneficio del aprendizaje de los estudiantes.
Depende de cada uno de los participantes que el futuro de la educación inteligente sea más positivo, humanizado, diverso y cercano.