Las reglas de oro en la agencia de publicidad más prestigiosa de Hollywood

Publicado por Equipo GV 5 Min de lectura

Por Jae Goodman  – Director general creativo y y co-head del área de Marketing de la Creative Artists Agency.

JaeGoodmanMi carrera al principio fue pura suerte. Mientras seguía en la escuela trabajé para el legendario promotor de eventos Bill Graham y el cineasta de esquí Warren Miller. Aprendí un montón de cosas, como que la mayoría de los rockstars no actúan como rockstars y que los esquiadores extremos lo hacen por amor porque allí si que no hay dinero.

Después de la escuela terminé en la publicidad. Aprendí sobre servicio al cliente en RPA, sobre administración de marca en Ogilvy & Mather y el compromiso con la creatividad en Wieden + Kennedy.

Después de Wieden me mudé a San Francisco durante la burbuja punto-com y allí reboté y reboté. Otra vez aprendí un montón. Lo que más aprendí es que si quería ayudar a las marcas orientar su cultura, las agencias tradicionales no serían la mejor forma de hacerlo, así es que me retiré.

Como generaciones de soñadores creativos antes mío, llegué a Hollywood con un montón de grandes ideas y un gran nudo en la garganta. Este lugar era una compañía hiper colaborativa e hiper apoyadora. Me había unido a la Creative Artists Agency, un lugar creado para orientas ideas a la cultura. Si no hubiese podido aportar con ideas a grandiosos programas de TV, películas, música, arte y más a través de esta empresa, no lo podría haber hecho en ningún lado.

A esa altura mi abuela de 101 años me preguntaba “Espero que sepas lo que estás haciendo”. En ese momento de pánico, me pregunté algo sencillo y circular: ¿Qué es lo que sé ahora? ¿Qué he aprendido de estos grandes colaboradores, mentores, clientes y agencias que definieron la primera década de mi carrera? ¿Cuáles son las reglas con las que trabajo?

Redacté mis reglas y rápidamente terminaron perdidas por años. Entonces Todd Hunter, mi primer asistente en la CAA, quien es un cuádruple ganador del Grand Prix en Cannes y que está en la lista de Forbes “under 30” bajo mi cajón dijo “Oye, pero si hemos estado siguiéndolas desde siempre. Deberíamos compartirlas”.

Estas reglas podrían no servir para todo el mundo, y ciertamente podrían no ser comprensivas o perfectas. Algunas incluso no son reglas pero pareciesen funcionar para nosotros y nuestros clientes. Dichas reglas son:

  1. Solo crea, aprueba, produce y defiende trabajo en el que crees personalmente: Mejor que ser despedido ahora por proponer algo en lo que crees, que ser pagado por algo que crees está mal.
  2. Sólo trabaja con clientes y compañeros que te agraden, respetes y a quienes agrades y respeten.
  3. El cliente no tiene siempre la razón. Si debes hacer un gran esfuerzo por estar de acuerdo con tus clientes, es porque no estas llegando con nada que ellos crean no hubiesen pensado ellos mismos. Eso significa que eres redundante y no estás llegando con ideas. Ellos te pagan por las ideas.
  4. Pero frecuentemente el cliente tiene la razón!…Y es él quien tiene la última palabra. No tengas miedo de cambiar de parecer. Simplemente no lo hagas con tanta frecuencia.
  5. Siempre arranca tus reuniones con una verdad irrefutable. Encuentra algo con qué desafiar a compañeros y clientes para hacerlos pensar de un modo distinto.
  6. A los clientes no les importa cuanto sabes, hasta que ellos saben que a ti te importa.
  7. 1,2,3, muerto. Si te dicen que no tres veces, la cuarta no será a la idea, será a ti.
  8. El mejor trabajo viene desde la verdad.
  9. No somos artistas: somos proveedores de soluciones.
  10. Gana en el mercado, no en la reunión. Es mil veces mejor recibir correos diciendo “nos fue bacán” a “que buena reunión”.
  11. El email no es sustituto de la interacción personal.
  12. Este es un negocio colaborativo (Entiende las implicancias de ello)

 

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