Por Claudio Henríquez
Director escuela de Computación e Informática, U. Central
No cabe duda que esta es una época donde la hiperconectividad lo es todo. Se generan datos por cada segundo que pasa, esto hace que el procesamiento y análisis de información sin intervención tecnológica sea una tarea casi imposible para las personas. El fácil acceso a tanta información, genera muchas veces dificultades para su organización con efectividad. Por ello, la clave está en reconocer y develar algoritmos para aprovecharla al máximo. Es así como el data mining adquiere valor extraordinario.
En los últimos años, se ha instalado con fuerza el concepto de data minig o minería de datos alrededor del mundo, a pesar que desde la década de los 80 está presente en el argot científico. A grandes rasgos, se trata de una técnica que bien puede ser de carácter descriptiva o predictiva y que, de fondo, permite obtener conocimiento implícito en los datos, es decir, descubre patrones con significado a partir de grandes bases de datos.
El uso de la minería de datos es muy amplio y transversal; desde sectores como la banca, el marketing o el retail, hasta la educación y la salud, cuentan con acceso a la minería de datos como recurso para poder brindar resultados o soluciones que optimicen las actividades de sus industrias o servicios.
En el ambito educacional, la minería de datos está siendo utilizada para abordar, por ejemplo, el problema de la deserción universitaria, donde utilizando máquinas de autoaprendizaje como las redes neuronales artificiales, se predice qué estudiantes están en riesgo de deserción, con lo cual se pueden tomar medidas de apoyo a los estudiantes.
Desde el punto de vista académico, el desafío es preparar profesionales éticos y socialmente responsables, debido al uso masivo de datos y el compromiso que ello conlleva, por cuanto se debe respetar la privacidad de la información, pensando en el bienestar tanto de las personas como las organizaciones, haciendo un uso ético de estos.
La tecnología actualmente existente, permite el almacenamiento de grandes cantidades de datos (big data), considerando herramientas como las redes sociales, el internet de las cosas (IOT) y la automatización, con esto, el mercado requiere mayor conocimiento de las necesidades de las personas para lograr ventajas competitivas, que, por ejemplo, tanto datos como preferencias, localización e historial de compras de un cliente permiten mejorar la calidad de servicios o de productos. Esto deriva en que el análisis de comportamientos es fundamental en el futuro, ya que las condiciones son idoneas para su realización.
Contamos con infinidad de datos que representan rincones de información inexplorados y que trabajados de la mano con esta herramienta de inteligencia artificial pueden generar nuevas oportunidades en diversos tipos de negocio y que finalmente impacten en la calidad de vida de las personas.