La inteligencia artificial es la tecnología que dota de inteligencia a las máquinas imitando el comportamiento del intelecto humano. Con el objetivo de generar máquinas que piensen por sí solas para mejorar la vida como la conocemos, la inteligencia artificial tiene aplicaciones en el campo de la robótica y las industrias, pero también forma parte de la tecnología cotidiana. Sus numerosas aplicaciones se deben a que consta de una amplia variedad de ramas que se focalizan en uno o varios aspectos de la inteligencia artificial, como el aprendizaje automatizado. ¿Para qué sirve la inteligencia artificial?
Tipos de inteligencia artificial y sus aplicaciones
Los principales tipos de inteligencia artificial son los siguientes:
- Aprendizaje automático: También conocido como machine learning, el aprendizaje automático es la rama de la inteligencia artificial que busca que las máquinas aprendan de forma autónoma y realicen predicciones en base a los datos que reciben. Por lo tanto, las estadísticas son la base de este aprendizaje; lo más notable es que este tipo de inteligencia artificial tiene la capacidad de extraer nueva información para la que no ha sido entrenada con anterioridad. Algunas de sus aplicaciones incluyen las recomendaciones de series y películas de plataformas de streaming como Netflix, los asistentes virtuales de sitios como LeoVegas Casino online y la optimización de motores de búsqueda como Google.
- Aprendizaje profundo: El aprendizaje profundo, o deep learning, se encuentra dentro del aprendizaje automático pero utiliza redes neuronales que trabajan en distintos niveles de jerarquía. Las redes neuronales son modelos interconectados que imitan el comportamiento de las neuronas humanas. Así, el sistema aprende algo sencillo y, sucesivamente, le envía esa información al próximo nivel donde se crea información un poco más complicada. En la actualidad, el aprendizaje profundo se utiliza, por ejemplo, en la búsqueda por imágenes que reemplazan a las palabras clave, en la identificación de marcas o logotipos de fotografías publicadas en redes sociales y en la selección de anuncios destinados a un usuario específico en base a su comportamiento de navegación.
- Procesamiento del lenguaje natural: Esta rama de la inteligencia artificial estudia la intercomunicación entre las máquinas y las lenguas humanas, como el inglés o el español. Este sistema se basa en la interpretación de textos escritos, de los que es más fácil extraer información relevante. Sus aplicaciones principales se encuentran en los traductores en línea, como Google Translate, y en los sistemas de asistentes personales, como Siri. El procesamiento del lenguaje natural primero interpreta la información escrita, elabora una respuesta propia y, luego, se sintetiza la voz, es decir, se produce el habla artificialmente.
Desafíos de la inteligencia artificial
Además de los usos cotidianos que se le da a la inteligencia artificial, sus aplicaciones alcanzan sectores como los de finanzas, la medicina y la industria pensada donde, además, la robótica es una de las ramas que más se beneficia de ella. Sin embargo, la inteligencia artificial también supone una serie de desafíos. Por ejemplo, en el ámbito del mercado financiero, sus algoritmos podrían generar inestabilidad e incertidumbre; en su aplicación a autos autónomos, la vida de otros conductores podría ponerse en peligro si un sensor no funciona adecuadamente o hay un problema con la red móvil. Por esta razón, es imprescindible determinar cuáles son sus límites y hasta dónde puede aplicarse sin que eso suponga un riesgo para el usuario. Encontrar el equilibro entre la seguridad del usuario, el buen funcionamiento del sector donde se aplique y las limitaciones de su aplicación será la clave para aprovechar al máximo las ventajas que introduce la inteligencia artificial.